Desde su primer registro en el NE de Brasil en 1648, muchos naturalistas lo han descripto de distintas maneras, desde ”Criatura de aspecto malvado…” hasta “… de aspecto fino, casi noble.”
Al ser un ave grande, llamativa y notable, el Carancho ha sido parte de numerosos mitos y creencias en diversas etnias. Para algunas, una especie agorera relacionada con la muerte pero, para otras, proporcionaba magia y coraje a través de sus plumas.
Su distribución abarca gran parte de Bolivia, de Brasil y todo nuestro territorio lo que ha generado que tenga gran cantidad de nombres: Caracará, Caracara moñudo, Carairá, Taro, Trairo, Iraro, Caranchi, Carcaña y más.
El Carancho es una rapaz que, si bien tiene porte de Águila y costumbres de Jote, pertenece junto con el Chimango, los Halcones y sus más allegados los Matamicos, a la familia Falconidae. Su nombre científico Caracara plancus deriva del onomatopéyico de su sonido en Tupí-Guaraní y del griego plangos, especie de águila.
De porte elegante, el Carancho macho mide unos 50 cm y la hembra 60 cm. En vuelo, sus largas alas conforman una figura de más de 120 cm que, junto a su largo cuello y larga cola, dibujan en el cielo una silueta característica.
Su coloración general es marrón oscuro, su dorso de suave barrado color blancuzco y su pecho marcadamente barrado de blanco. Su cola también blanca termina con ancha banda negra y en sus alas presenta dos parches blancos visibles claramente en vuelo. Sus largas patas son amarillas.
Es característica la cabeza con una boina negra plana por arriba y con penacho nucal. De cara y garganta blanca, su ojo se ve chico con iris pardo, su pico de borde dentado es gris azulado con base amarilla y notable cera anaranjada.
Los juveniles son de un pardo menos oscuro con manchas o un rallado vertical en pecho y dorso.
En cuanto a su alimentación, es sumamente variada y oportunista conformando una de las dietas más diversas de cualquier rapaz diurna. Es frecuente verlo en caminos sobre animales que han sido atropellados, es carroñero y aprovecha todo desperdicio de basurales, pero también da cuenta de presas vivas como pequeños mamíferos, serpientes, ranas, insectos, aves (incluyendo huevos y pichones) y se aprovecha de toda presa enferma, débil o juvenil. Se lo suele ver perseguido en vuelo por teros y tijeretas defensores de sus nidos.
Habita los más diversos ambientes: montes, costa de mar, zonas rurales y urbanas siendo generalmente sedentario. Es bastante terrícola, camina erguido debiendo carretear para iniciar el vuelo.
Su sonido es áspero y gutural. Lo emite especialmente durante el cortejo mientras estira su cabeza hacia atrás acercando la parte superior del pico al lomo. Se lo oye así…
Nidifica en árboles o en arbustos y raramente en el suelo. El nido es grande, de hasta 90cm de diámetro y algo desprolijo, emplea ramas, pastos, lanas, plumas, huesos entre muchos otros materiales. Pone tres huevos marrón rojizo que son incubados por 30 días y luego los pichones permanecen en el nido otros 50 días.
A pesar de no contar con el afecto de muchos, su función de carroñero es fundamental y sumamente beneficiosa, limpiando y saneando nuestro ambiente.
Como todos nuestros compañeros en este viaje, el Carancho es un eslabón necesario en el equilibrio de la naturaleza. Todas las especies de flora y fauna son interdependientes entre sí y conforman en conjunto una red de vida. Existen y nacen para vivir «en libertad».
Referencias:
*De la Peña, M.R. 2015. Aves Argentinas. Incluye nidos y huevos. Eudeba, Buenos Aires.
*Narosky, T. y Yzurieta, D.-2010.Vázquez Mazzini Editores. Buenos Aires
*Mouchard, A.-2019. Etimología de los Nombres Científicos de las Aves de Argentina. Vázquez Mazzini Editores. Buenos Aires
*Cinti, R.R. 2013. Bichos argentinos. Ediciones Colihue S.R.L. Buenos Aires
*https://ebird.org
*http://historiaszoologicas.blogspot.com
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