Cierto es que las palomas son ciudadanas del mundo, sólo la Antártida en su helada belleza le es esquiva.
Su silueta inconfundible, robusta, compacta y redondeada adorna ciudades y zonas rurales.
Las palomas integran la familia Columbidae y sus 284 especies se distribuyen en casi todos los continentes. En nuestro país contamos con 25 especies pero sólo 5 habitan en nuestra zona: Paloma Doméstica (Columba livia), Torcaza (Zenaida auriculata), Torcacita Picuí (Columbina picui), Paloma Manchada (Patagioenas maculosa) y Paloma Picazuró (Patagioenas picazuro); ésta última, nuestra invitada de hoy.
PALOMA PICAZURÓ
Es la más grande de nuestras palomas, mide alrededor de 34cm y su tono general es gris, siendo más parduzca en su zona dorsal y violácea su cabeza, nuca y pecho.
Su ojo se ve pardo rojizo. Sus patas son rojas y la cola termina en una ancha banda negra.
Además de su tamaño, dos son las principales características que nos ayudan a identificarla: las medialunas blancas en sus alas (muy visibles en vuelo) y la parte posterior del cuello con sus plumas de escamado iridiscente.
Hay quien entiende que otro de sus nombres comunes, “paloma turca”, se debe a esas medialunas que se ven en sus alas durante el vuelo y recuerdan la bandera de ese país.
Cuando los rayos de sol le permiten exhibir los reflejos tornasolados de su plumaje, su belleza se manifiesta acaparando nuestra atención. Camina lenta y elegantemente, pero es bastante arisca y su vuelo es súbito y estruendoso.
Como todos sus familiares, su voz es un arrullo de notas largas y de tono triste y bajo, de gran volumen que repite 3 ó 4 veces y que suele reiniciar después de un intervalo. A la Paloma Picazuró se la oye así…
Se reproduce durante todo el año anidando en árboles y arbustos. Su nido es una precaria y desprolija plataforma hecha con ramitas, que aporta el macho y entrelaza la hembra, en el cual deposita sólo un huevo blanco y elíptico (en pocas ocasiones dos). El pichón es alimentado por sus padres con la leche de buche, característica de las palomas, que asegura el aporte adecuado de nutrientes y energía para su rápido ritmo de crecimiento.
El hábitat de la Picazuró es la zona rural, parques, jardines y arboledas, y se la suele ver en bandadas con su prima, la Paloma Manchada. Su distribución abarca Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay y en nuestro país desde el Norte hasta Río Negro. Aquella primera guía de campo de campo de la que dispusimos, la de Claes Olrog, la incluía hasta el norte de Buenos Aires pero, desde fines de la década del sesenta, la población ha ido creciendo explosivamente en número y distribución.
Varios factores han contribuído con su expansión, como la deforestación de áreas naturales, las plantaciones foráneas -como pinos y eucaliptos- y el crecimiento de la superficie cultivada, alejando algunos depredadores. Así como otras especies han sido desplazadas y tienden a la extinción, otras como ésta han sabido adaptarse a tamañas modificaciones.
Referencias:
*Carman, Raúl L., 2017. Bichos de Campo. Ecoval Ediciones. Córdoba.
*De la Peña, M.R., 2015. Aves Argentinas. Incluye nidos y huevos. Eudeba, Buenos Aires.
*Narosky, T. y Yzurieta, D., 2010.Vazquez Mazzini Editores. Buenos Aires.
*Olrog, Claes Chr., 1959. Las Aves Argentinas. Instituto “Miguel Lillo”. Tucumán. *http://historiaszoologicas.blogspot.com
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