En los primeros 4 meses del año, en el mercado oficial de cambios hubo más vendedores de divisas que compradores. El ajuste y la inflación obligó a desarmar posiciones en dólares en particular a los asalariados
Tras muchos años en los que se registró la tendencia inversa, en los primeros 4 meses de 2024 los argentinos vendieron más dólares de los que compraron en el mercado oficial de cambios, según los datos del Balance Cambiario que publica el Banco Central sobre las operaciones de personas físicas.
En abril se repitió lo ocurrido en los tres primeros meses del año: los argentinos que vendieron sus dólares en canales oficiales (208.000) superaron a los que quisieron comprar (51.000). Los primeros hicieron ventas por USD 14 millones y los segundos compraron billetes por USD 9 millones (un 12% menos que en marzo y un 94% menos en términos interanuales).
No es difícil suponer que estas cifras son mucho menores que las de los mercados alternativos del dólar, de las que no se disponen estadísticas. Tanto el mercado libre como los dólares financieros operan volúmenes más importantes. Pero el Balance Cambiario le pone números oficiales a una conducta que cualquiera puede percibir: los argentinos debieron desarmar su ahorro en dólares para afrontar los meses más duros de ajuste fiscal, alta inflación y recesión económica.
La dinámica minorista del mercado oficial permite imaginar cuántos habrán vendido sus billetes en el dólar libre y en los financieros para cerrar sus cuentas. De esa forma, además, se reafirma una idea muchas veces expresada desde el Gobierno: a la Argentina no le faltan dólares para salir del cepo e iniciar una reactivación, sino que hace falta conseguir que los dólares del colchón se introduzcan en la economía.
¿Por qué motivo esos 208.000 argentinos no vendieron sus dólares a una cotización más alta, ya sea en el mercado paralelo o a través del dólar MEP, hoy fácilmente accesible y legal? Tal vez por no disponer de la información necesaria para operar con una cuenta comitente o por negarse a vender en una “cueva”. Lo cierto es que el segmento del mercado cambiario que puede medirse, desde enero en adelante fueron más los que compraron que los que vendieron.
La fuerte devaluación de diciembre, que redujo la brecha entre el dólar oficial y el resto de las cotizaciones alternativas, también pudo haber llevado a muchos más ahorristas de a pie a liquidar sus tenencias en monedas extranjera dentro del segmento oficial. No es lo mismo vender con una brecha del 20% que con una del 180 por ciento.
Después de dos años de dolarización a cualquier precio, el particular escenario con el que comenzó el Gobierno de Javier Milei llevó a muchos, más que a desprenderse de sus dólares, a tratar de conseguir pesos para saldar sus gastos. Y eso incluyó tanto asalariados o jubilados cuyos ingresos perdieron frente a la inflación como a cuentapropistas o autónomos perjudicados porque empezaron a facturar.
En el primer trimestre del año, la inflación acumulada fue del 51,8 por ciento. En el mismo período, los salarios registrados llegaron a 48% y los no registrados apenas al 29,1%, según el Índice de Salarios del Indec. Si se toman las cifras interanuales de ese informe, hubo un aumento salarial del 213,8% y del 129%, respectivamente, frente a una inflación del 287,9%. Para cubrir el desfasaje, quienes viven de un ingreso fijo y tenían un ahorro en dólares debieron desarmarlo para sobrellevar la crisis.
“Ahora hay más gente que vende parte de sus ahorros en dólares a cambio de pesos para llegar a fin de mes que los que compran billetes verdes. La abrupta reactivación de la demanda de la moneda propensa a la crisis es una consecuencia inesperada de las políticas de terapia de shock que Milei aplicó tras asumir el cargo el 10 de diciembre”, señala un informe de Bloomberg, que recuerda que en campaña Milei mostraba billetes de 100 dólares con su cara, pero ahora “los argentinos necesitan pesos más que nunca gracias a su plan económico”.
En noviembre, antes de la asunción de Milei, 789.000 argentinos compraron divisas mientras solo 114.000 las vendieron. En diciembre, el mes de la devaluación y las primeras medidas de ajuste, los compradores cayeron a 396.000 personas mientras que los vendedores saltaron a 197.000. A falta de aguinaldo, fueron muchos los que consiguieron pesos deshaciéndose de sus dólares.