La oficina de Violencia por Razones de Género de Tornquist Municipio, comparte el informe detallado de las estadísticas de las situaciones abordadas en el distrito en lo que va del 2024 y su respectivo análisis.
Además de registrarse nuevas situaciones de ingreso que nunca habían tomado contacto con la oficina, el equipo continuó abordando otros casos a modo de seguimiento.
De todas las situaciones intervenidas en mayo, el 69 % ya estaban siendo acompañadas por el equipo y el 31 % corresponden a nuevos ingresos. El equipo ya acompañó a 52 mujeres en lo que va del 2024.
De estas situaciones abordadas en mayo, el 79 % cuenta con denuncias radicadas en la Comisaría de la Mujer y Familia y el 21 % pudo exponer su situación en la oficina, buscando acompañamiento, sin exponerlo formalmente como una denuncia en Comisarías.
En relación al origen de los casos ingresados, únicamente se registraron nuevas situaciones provenientes de la localidad cabecera.
A continuación, se detallará un análisis de los tipos de violencia registrados entre las concurrentes a la oficina:
De las mujeres que expusieron las situaciones de violencia sufrida, el 100% manifestaron haber recibido violencia psicológica. Este tipo de violencia genera en la persona afectada un deterioro de su autoestima y, a veces, impide o dificulta la toma de decisiones y la acción para poder romper el vínculo con quien la agrede.
El 31 % sufrió un menoscabo en su economía y/o patrimonio a raíz de la situación de violencia, ya sea por la dependencia económica o, en su defecto, por ser la única persona adulta responsable económicamente del hogar, situación aprovechada por la parte agresora.
El 36 % de las usuarias mencionó haber recibido golpes, empujones o cualquier otro tipo de agresión física.
La misma cantidad de usuarias sufrió desvalorización y descalificación dentro del ámbito familiar por el simple hecho de ser mujeres, llamándose esto Violencia Simbólica. Dentro de estas prácticas se destaca el control excesivo de las conductas de la mujer, como si fueran un objeto del hombre. También se considera violencia de tipo simbólica la sobrecarga en el cuidado de personas (niños/as, gerontes, personas con discapacidad, etc.) y en las tareas domésticas, por ejemplo (por el hecho de pensar que son actividades que deben realizar únicamente las mujeres del hogar).
El 42 % de las concurrentes de la oficina refirió haber sufrido Violencia Ambiental. Esto quiere decir que las actitudes agresivas no fueron hacia la mujer de manera directa, sino que se violentó el ambiente a fin de generar temor y sometimiento en la víctima. Algunos ejemplos pueden ser golpes a objetos o paredes, destrucción de objetos de la víctima, rotura del celular para generar incomunicación, maltrato hacia la/s mascota/s de la víctima, etc.
El 57 % de las personas abordadas mencionaron haber sufrido la violación de sus domicilios o se las ha hostigado en los lugares de circulación y permanencia, tales como la escuela, trabajo, negocios, actividades deportivas, etc. Esto se denomina Violencia Espacial.
El 15 % refirió haber sufrido algún tipo de agresión sexual. Es decir, relaciones sexuales no consensuadas, contacto físico sin consentimiento u obligación a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, alimentos, etc. Si bien esto puede parecer chocante que suceda en el ámbito doméstico, son situaciones de dominación muy común que se dan dentro de los hogares.
A pesar de que se pueden distinguir diferentes tipos de violencia, no son hechos que ocurren de manera aislada, sino que, generalmente, estas agresiones aparecen yuxtapuestas, ocurriendo de manera simultánea en un mismo caso.
En cuanto a la parte agresora, el 23.1 % de las personas que ejercieron violencia contra las mujeres son reincidentes. Esto significa que ya han tenido otros episodios de violencia con la misma mujer o con otra. Además, el 100 % de los agresores tenían un vínculo pre-existente con las víctimas, siendo su pareja, ex pareja un familiar o un compañero de trabajo.
El 95 % de las situaciones abordadas en marzo del corriente, sucedieron en el ámbito doméstico, demostrando que el lugar más riesgoso para una mujer continúa siendo su propio hogar. El resto de los casos tomaron lugar en el ámbito laboral o son situaciones de Acoso Callejero.
El objetivo de socializar el informe estadístico de los casos abordados es darle visibilidad a las situaciones que ocurren dentro del distrito y hacer un análisis sobre las mismas para pensar nuevas estrategias de intervención y prevención. Además, transmitir a la comunidad la importancia de ver las dinámicas sociales con una perspectiva de género, es decir, poder vislumbrar las desigualdades que entre los géneros existen y pensar políticas que acorten esta brecha para así conducir a una sociedad más amable para todas/os.