El reciente proceso de reforma constitucional en la provincia de La Rioja, que culminó el 22 de julio de 2024 con la aprobación de un nuevo texto constitucional, marca un hito en el panorama federal argentino al establecer un vigoroso régimen de autonomía municipal. Esta reforma no sólo redefine el papel de los municipios dentro del Estado provincial, sino que también plantea importantes interrogantes y oportunidades para otras provincias, como Buenos Ayres, que aún no han adoptado plenamente la autonomía municipal reconocida en la Constitución Nacional de 1994.
1. La reforma en La Rioja
La reforma riojana introduce cambios significativos en la estructura y competencias de los municipios, consolidando su autonomía en múltiples dimensiones: institucional, política, administrativa, económica y financiera. El Capítulo X de la nueva Constitución provincial, se titula «Estados Municipales», otorga a los municipios la categoría de “estado” con una autonomía plena, irrestricta por ley o autoridad provincial, y establece un régimen de coparticipación que asegura un mínimo del 20% de los recursos coparticipables de origen federal para los municipios. Este cambio busca garantizar una financiación estable y equitativa, permitiendo a los municipios implementar políticas públicas adaptadas a sus realidades locales.
2. Regionalismo y Cartas Orgánicas
Uno de los elementos innovadores de la reforma riojana es el impulso hacia la regionalización y la elaboración de Cartas Orgánicas Municipales. La regionalización, reconocida en el art. 205, permite a los municipios coordinar esfuerzos en el desarrollo económico y social mediante acuerdos interdepartamentales, fomentando una gestión conjunta de recursos y servicios que trasciende los límites municipales. Este enfoque regional promueve un desarrollo más equilibrado y sostenible, permitiendo a los municipios enfrentar desafíos comunes con soluciones integradas y colaborativas.
Por otro lado, la exigencia de que cada municipio sancione su propia Carta Orgánica, establecida en el art. 203, refuerza la autonomía institucional al permitir que los mismos definan sus propias estructuras de gobierno y gestión administrativa de acuerdo con sus particularidades locales. Estas Cartas Orgánicas no solo establecerán las reglas de funcionamiento interno, sino que también podrán incorporar aspectos clave como la descentralización de la gestión, la defensa del medio ambiente y la participación vecinal a través de mecanismos de democracia directa.
En Buenos Ayres, la adopción de Cartas Orgánicas sería un paso fundamental hacia la autonomía plena, permitiendo a los municipios diseñar marcos normativos que reflejen las necesidades y aspiraciones de sus comunidades. Además, la regionalización con Municipios autónomos sería una herramienta poderosa para superar las disparidades territoriales, permitiendo una planificación y gestión más eficiente y colaborativa entre municipios vecinos.
3. Comparación con el régimen municipal en Buenos Ayres
En contraste, la provincia de los bonaerenses aún mantiene un régimen de autarquía administrativa y financiera para sus municipios, limitando significativamente su capacidad de autogobierno, con una ley que es de la dictadura de 1958. La Constitución Nacional de 1994, en su art. 123, reconoce la autonomía de los municipios, pero su implementación varía considerablemente entre provincias. En Buenos Ayres, los municipios dependen en gran medida de transferencias provinciales e impuestos, lo que restringe su capacidad para legislar de manera autónoma, establecer sus propias fuentes de ingresos y participar de manera efectiva en la gestión de políticas públicas locales.
4. Implicaciones jurídicas y políticas de la autonomía municipal
La autonomía municipal se define como el derecho de los municipios a gobernarse a sí mismos dentro del marco de los principios constitucionales y las leyes provinciales. Esto incluye la facultad de elegir sus autoridades, dictar sus propias cartas orgánicas, administrar sus recursos y participar en la planificación y gestión de políticas públicas. En la provincia de La Rioja, esta autonomía está claramente delineada en su nueva Constitución, que permite a los municipios crear sus propias estructuras funcionales, establecer órganos de control y fiscalización y promover mecanismos de democracia directa.
Para los intendentes bonaerenses, la adopción de un régimen de autonomía similar al de La Rioja implicaría una reconfiguración profunda del equilibrio de poderes dentro de la provincia. Los municipios podrían obtener competencias y responsabilidades adicionales, como la capacidad de dictar sus propias normas fundamentales, explorar otras formas ejecutivas, gestionar sus recursos financieros sin depender de asignaciones provinciales y ejercer un control más riguroso sobre sus actos de gobierno.
5. Ventajas y desafíos de la autonomía municipal
La autonomía fortalecería la capacidad de los municipios para responder de manera más efectiva a las necesidades y aspiraciones de sus comunidades, promoviendo un desarrollo económico y social más equilibrado. Sin embargo, la implementación de un régimen autónomo también conlleva desafíos, como la necesidad de desarrollar estructuras administrativas eficientes, garantizar la transparencia en la gestión de recursos y fomentar la participación vecinal.
El modelo de La Rioja ofrece un ejemplo práctico de cómo una mayor autonomía puede contribuir a una gobernabilidad más eficaz y participativa. No obstante, su éxito dependerá en gran medida de la capacidad de los municipios para gestionar de manera adecuada sus nuevas responsabilidades y recursos, como también de la voluntad popular para interesarse en la administración pública municipal.
En definitiva, la reforma constitucional en La Rioja representa un avance significativo hacia la descentralización y el fortalecimiento del poder local en Argentina. La experiencia riojana podría servir de modelo para que el gobierno de la provincia de Buenos Ayres, considere la adopción de un nuevo sistema de autonomía municipal. Este cambio no solo fortalecerá el federalismo en el país, sino que también promovería una democracia más participativa y adaptada a las realidades locales.
El reconocimiento pleno de la autonomía municipal, tal como se ha establecido en La Rioja, podría proporcionar a los municipios bonaerenses las herramientas necesarias para ejercer un gobierno más eficaz y cercano a los vecinos, mejorando así la calidad de vida en las comunidades locales y promoviendo un desarrollo más equitativo y sostenible para todos los bonaerenses.
Luis Gotte
La pequeña trinchera
Mar del Plata
luisgotte@gmail.com
Co-autor de “Buenos Ayres Humana I, la hora de tu comunidad” Ed. Fabro, 2022; y “Buenos Ayres Humana II, la hora de tus Intendentes” Ed. Fabro, 2024.