El tesorero de Alcaparras Argentinas, Pablo Rico, brindó detalles de cómo su cooperativa creció a un ritmo impresionante al punto tal de posicionarse a nivel global.
En un nuevo espacio de cooperativismo llegó el turno de conocer a Alcaparras Argentinas, un emprendimiento de la ciudad de La Banda, que se volvió un faro a nivel mundial.
Al respecto su tesorero, Pablo Rico, contó que “iniciamos muy de a poquito. Hoy hay más de 28 familias pero iniciamos 4 familias en 2019 muy cerca de la pandemia. El proyecto es muy bueno, la oportunidad es muy grande”.
Detallando, explicó que “nosotros nos dedicamos al cultivo, producción y comercialización de alcaparras y subproductos de la misma. Es una planta, como un producto final que se utiliza en platos finos acompañando pastas, pizas, carnes y pescados. Es un condimento gourmet”.
Del mismo modo resaltó que “en argentina somos pioneros del cultivo. Al principio no sabíamos si iba a funcionar o no. Tenemos un campo salitroso y de tierras pobres. No teníamos muchas alternativas para darle valor al suelo. Cualquier cosa que queríamos hacer, desde cítricos, cuando venían los ingenieros nos decían que era imposible”.
Por esto “no era fácil encontrar algún cultivo que se adapte, pero finalmente dimos con la alcaparra y ahora somos referentes a nivel internacional por haber desarrollado una variedad de plantas nuestras”.
De igual forma admitió que “queríamos buscar un producto que sea diferencial, que no tenga tanta dependencia de los precios, ni del clima, entonces la alcaparra aparecía con gran potencial y se terminó dando así”.
En otro pasaje de la charla subrayó que “nuestra idea es fomentar el cultivo, hacer volúmenes de producción, porque tenemos muchísimos pedidos y no logramos abastecer la demanda tan grande que existe”.
Agregando que “ahora los cheff, últimamente, están incorporando las hojas de alcaparra en vinagre que también es un productazo que es una hoja suavecita que es decorativa y comestible”.
Por último acotó que “lo más difícil que tiene es la reproducción de la planta, porque la semilla no germinan, los esquejes no enraízan, entonces ahí tuvimos un primer cuello de botella. Eso nos llevó a armar un laboratorio de propagación de plantas. Hoy es un poco más amplio y clonamos otras plantas, pero fue el primero in vitro de la provincia”.
Cerrando con el hecho de que “nosotros logramos hacer una planta arbustiva, da más plantas por hectárea, no tiene espinas, produce más tiempo y cantidad. Llegamos a otra planta. Creamos otra planta. De momento tenemos 40 hectáreas y la idea es llegar a las 300”.