Las Especies Exóticas Invasoras (EEI), a nivel internacional, están reconocidas como la segunda amenaza global para la conservación de las especies vulnerables de flora y fauna silvestre que hora tras hora, día tras día, son abducidas por ellas, al punto de lograr su extinción. Y, paradójicamente, en los parques nacionales y otras Áreas Protegidas, como el Parque Provincial Ernesto Tornquist, es el factor más relevante.
¿Ahora qué significa esto? Si recorremos el Parque Tornquist, hay grandes extensiones que están copadas por los pinos entre otras exóticas y si miramos debajo de ellos, veremos que no hay nada más que tierra arrasada. Los pinos no permiten ningún tipo de crecimiento, consumen el agua y atacan el último relicto de pastizal que preserva el Parque Tornquist y que es el objeto de su creación. Reducen significativamente la biodiversidad ya que afectan a toda la flora y fauna, principalmente endémica, así como también a la nidificación de aves propias del pastizal.
Hoy es bien conocido que el pastizal no es “solo pasto”. Su conformación por diversas especies de flora crea un hábitat donde se guarecen los endemismos del Parque Provincial, como el sapito de las sierras cuya supervivencia depende de este pastizal para ocultarse de sus predadores, la gran parte del año, de manera tal de poder llegar a la primavera y verano sano y salvo, y reproducirse en los charcos de agua.
Ya en el 2009 Sergio Zalba, actual referente a nivel nacional e internacional de Estrategias de Manejo de Exóticas, explicaba como las E.E.I. alteran la composición de las comunidades naturales actuando como predadores, herbívoros, competidores o patógenos de la flora y fauna silvestre.
Mientras desarrollaba su tesis, en el Parque Provincial E. Tornquist, el personal estatal, trabajaba con cuadrillas ocultas al público, extrayendo pinos, para evitar esa expansión devastadora.
En su trabajo, Sergio diagramó un esquema para hacer efectivo el control, bajo un criterio de que el éxito de las acciones no se mide en un número de árboles cortados, sino en los cambios asociados con la comunidad vegetal. Esto es que de nada servirá librarse de estas especies si fueran reemplazadas por otras también exóticas o peor aún que el corte provoque problemas de erosión (Zalba, 2009).
Siguiendo ese esquema estudió áreas prioritarias de control. Entre ellas aquellas donde más endemismos (flora y fauna), estaban en peligro y estableció los costos de combustible y horas hombre.
Un control efectivo en zonas densas de pinos, requiere de 25 horas hombre, para limpiar una sola hectárea. Esto sin contar la tarea posterior de clarear la zona cortando ramas, retirando troncos, etc. que con el tiempo liberan semillas, las cuales vuelven a germinar y establecen renovales. Aquí se cuatriplica el tiempo por horas hombre, solo para el desramado (Cuevas y Zalba, 2009)
Todo esto se viene analizando desde la década del 90, una época difícil para hablar de exóticas y peor aún de su extracción. La cultura torquinstense no alcanzaba a comprenderlo, por ello y con el fin de proteger a las especies vulneradas y en peligro de extinción, se trabajaba intensamente cortando pinos con cuadrillas, hasta que esta tarea se hizo pública, e implicó reacciones del poder político de turno, pidiendo la finalización de las mismas y hasta la renuncia del personal de planta que trabajaba en el proyecto.
El problema de los pinos no es solo cultural y social, sino que sobre todo es político. Por eso se pudo desarrollar el programa de extracción y traslado de los más de 200 caballos cimarrones en el 2008 que tanto afectaban al ambiente, a pesar de la opinión pública en contra. Pero para ello hubo que convencer, batallar y reclamar la solución a los problemas de las exóticas, tras recibir amenazas, difamaciones y ataques personales de varios referentes políticos y no políticos. Fue una época difícil pero instaló la plataforma para que hoy se pueda hablar de la extracción de exóticas libremente.
Y frente a esa posibilidad que antes no se tenía, la Guardaparque que lleva adelante el corte de pinos en el Parque Provincial E. Tornquist, explica en FM radio reflejos la forma en que el Estado Provincial, responde a este grave problema de las exóticas.
Extraemos un resumen de la respuesta estatal.
- La extracción de exóticas es una tarea adicional y que las horas dedicadas dependen del tiempo requerido para el servicio y atención al visitante.
Es un indicador de que las prioridades del Parque Provincial otra vez son ajenas a la conservación. Al principio de su creación eran el coto de caza y el pastoreo de ganado vacuno, que logró erradicarse. Ahora es el turismo.
- Se realiza porque no solo es un problema de pérdida de biodiversidad, sino también es un problema económico y social, ya que los pinos absorben mucha agua y la comarca entonces se quedaría sin ese líquido elemento.
Es decir que las razones principales son antrópicas. Como si la flora y fauna no requiriera de agua.
- Las tareas de corte de pinos se llevan a cabo una a dos veces por semana entre 6 y 7 horas.
Si seguimos el esquema de Sergio Zalba con suerte se llega a cubrir una hectárea semanal. Mientras se puede ver desde la ruta las laderas del Cerro Ventana hacia el Cerro Bahía Blanca, cubiertas con cientos de hectáreas de alta densidad de pinos, que están avanzando cada vez más. Incluso ya traspasaron la ruta donde continua el Parque Provincial.
Lógicamente que es una tarea titánica, la de subir con motosierras a sacar los pinos. Tan titánica como muchas otras profesiones. El problema es que en este caso no mueve la aguja en términos de conservación.
Solo alcanza, y hasta por ahí, para repartir arbolitos navideños entregados en el marco del Programa Na(tiva)vidad, como si hiciera falta participar de un programa con un nombre totalmente antropizado, para justificar el trabajo que las Áreas Naturales Protegidas tienen la obligación de hacer y que son el sentido de su creación: proteger a la biodiversidad nativa, sin tapujos.
Hoy que se puede hablar del problema de las exóticas sin temor a ser amenazado/a, es la gran oportunidad para hacerlo seriamente. Sin embargo se aprovecha el espacio para hablar de la titánica tarea, de lo imposible y difícil. Se plantea la gravedad de la situación de las exóticas pero muy tibiamente que no se cuenta con personal suficiente y maquinaria, que tampoco se reclama. La navidad aparece como la solución mágica, no faltará quien aproveche a crear borlas con la forma de nuestras especies agonizando para ser colgadas, como el cazador a sus presas, en el pino regalado. Una imagen bastante certera de lo que sucede.
Y respecto a combatir verdaderamente las exóticas, como siempre, de lo que se trata es de hacer como qué, mal usando recursos humanos y materiales. Mientras el ambiente sigue agonizando.
Por lo tanto, haremos nuestra tarea como ONG. Exigimos a la Dirección de Áreas Naturales Protegidas, Ministerio de Ambiente, de la que depende el Parque Provincial Ernesto Tornquist, que lleve a cabo la creación de una brigada dedicada exclusivamente a resolver el problema de exóticas: pinos, retamas, retamillas, caballos. Y que provea el personal y las herramientas para trabajar seriamente este problema que se ha ido complejizando cada vez más en estos últimos años, poniendo en peligro el ambiente y los endemismos que se refugian en nuestra Reserva Natural.
Y esperamos que así como se levantaron las voces por el tema del Enduro en la Estancia Las Vertientes, lindera al Parque Provincial E. Tornquist, por investigadores, biólogos, ONGs locales y no locales, Estación de Rescate, Cerzo, Conicet, Grupo Gekko, entre otros, acompañen también nuestro reclamo.
FELIZ NATIVAS
Patricia González Garza y Daniel Porte
Presidente y Secretario de Sílice 14.8 ONG