Tras las fuertes lluvias, que provocaron al menos 16 muertos, más de 100 desaparecidos y 1400 evacuados, las patologías gastrointestinales y las infecciones son una amenaza creciente. Qué acciones tomar, según dos expertos consultados por Infobae.
La ciudad de Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, vive una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente tras un temporal que dejó al menos 16 muertos, 128 personas desaparecidas y más de 1.400 evacuados. Las lluvias torrenciales, que superaron los 350 milímetros en pocas horas, provocaron inundaciones masivas, destruyeron infraestructuras y dejaron a miles de familias sin hogar. Un panorama que puede complicarse, aún más, con la posible llegada de distintas enfermedades relacionadas con las aguas estancadas y la contaminación.
De acuerdo con los expertos, las inundaciones generan un ambiente propicio para la proliferación de bacterias, virus y vectores de enfermedades. Entre las patologías que podrían surgir se encuentran el tétanos, infecciones gastrointestinales, leptospirosis, hepatitis A, y el dengue. “Los efectos en la salud de las inundaciones pueden ser inmediatos o aparecer días, semanas o meses después de que las aguas retrocedan, incluyendo ahogamientos, traumas físicos, enfermedades transmitidas por vectores y roedores, y trastornos de salud mental a corto y largo plazo”, alerta un documento publicado por la Organización Mundial de la Salud.
“Los grupos de población vulnerables enfrentan mayores riesgos de salud durante y después de inundaciones”, afirma el máximo ente sanitario internacional y resalta: “Después de las inundaciones, es importante limpiar, secar y desinfectar las áreas afectadas por el moho, utilizando equipo de protección como guantes impermeables, botas y mascarillas estándar para evitar riesgos a la salud”.
Las enfermedades que deja el agua, según los expertos
El infectólogo Ricardo Teijeiro, del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explicó a Infobae que las enfermedades “más importantes que se producen en una inundación son por contaminación, ya que todo lo que toque se contamina. Las infecciones más comunes son las gastrointestinales y pueden ser de todo tipo, bacterianas, parasitarias, y dependen justamente de esa contaminación, por eso hay que asegurar el acceso al agua potable, porque se contaminan todas las napas. También es fundamental asegurar la eliminación de las excretas, ya que seguirán contaminando”.
Por su parte, el doctor Ramiro Heredia, especialista en medicina interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Universidad de Buenos Aires, señaló a Infobae: “Las inundaciones plantean riesgos inmediatos para la salud humana, así como a largo plazo, en parte por el desplazamiento y el empeoramiento de las condiciones de vida de la población. Entre los riesgos inmediatos de las inundaciones se describen el ahogamiento, los traumatismos, las electrocuciones y las intoxicaciones por monóxido de carbono. En efecto, estas últimas en parte por el mal uso de generadores eléctricos que se vuelve más frecuente en momentos así”.
“Con el correr de los días, se suman infecciones de la piel y respiratorias (principalmente virales estas últimas), y las enfermedades diarreicas, sobre todo por la contaminación del agua y de los alimentos, y a un insuficiente saneamiento ambiental”, destacó Heredia.
Teijeiro completó: “Una de las enfermedades virales más frecuentes en las inundaciones es la hepatitis A, también por contaminación. Por eso es muy importante que todo el mundo tenga el calendario de vacunación al día, para prevenirla, además de otras enfermedades como el tétanos, por la contaminación de las aguas”.
Al tiempo que destacó que “lo más importante en este proceso es la higiene. No hace falta usar antisépticos, con agua y jabón es suficiente, sobre todo en heridas. Además, hay que asegurar el agua y la alimentación. Todo debe ser cocido para evitar riesgos y destruir las bacterias”. El experto concluyó que, pese a que baje el agua, la importancia de limpiar el hogar es esencial para la persistencia de los gérmenes en los ambientes: “Es clave la higiene de todas las superficies, y lo mejor para utilizar son sustancias como la lavandina, que son los mejores antisépticos”.
“Más allá de los primeros 10 días del evento, aumenta el riesgo de leptospirosis, en particular en zonas endémicas, por el desplazamiento y proliferación de roedores portadores, enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue, e infecciones como la hepatitis A. Y, a todo esto, se suman trastornos de la salud mental como el estrés postraumático y la depresión, así como aquellos problemas que vienen por la interrupción de los tratamientos y de la atención médica habitual de enfermedades crónicas”, aseguró Heredia.
Cuáles son las enfermedades que pueden surgir tras las inundaciones

1. Tétanos: una amenaza tras las inundaciones
El tétanos es una enfermedad grave causada por la bacteria Clostridium tetani, que puede ingresar al cuerpo a través de heridas contaminadas con tierra, agua o desechos (heces). Según los CDC, las complicaciones del tétanos pueden ser mortales si no se tratan a tiempo. “Hay riesgo para quienes puedan tener heridas en la piel o afectaciones en los ojos, como conjuntivitis u otitis, que son infecciosas y de riesgo en las inundaciones”, señaló Teijeiro.
Síntomas principales:
- Rigidez muscular, especialmente en la mandíbula (trismo).
- Espasmos musculares dolorosos.
- Dificultad para tragar.
- Fiebre y sudoración.
- Convulsiones en casos graves.
Signos de alarma:
- Heridas contaminadas con tierra o agua de inundación.
- Dolor intenso o inflamación en la zona de la herida.
Prevención:
- Vacunación contra el tétanos, especialmente en personas con heridas abiertas.
- Limpieza inmediata de las heridas con agua y jabón.
- Uso de guantes y botas de goma al manipular objetos en zonas inundadas.

2. Infecciones gastrointestinales
Las aguas contaminadas son un caldo de cultivo para bacterias como Escherichia coli, Salmonella, Shigella y Campylobacter, que pueden causar infecciones gastrointestinales severas. Según el doctor Teijeiro, “es fundamental asegurar el agua potable y la correcta eliminación de excretas para evitar la propagación de estas enfermedades”.
Síntomas principales:
- Diarrea, a veces con sangre.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor abdominal.
- Fiebre.
Signos de alarma:
- Deshidratación severa (sequedad en la boca, orina escasa, mareos).
- Diarrea persistente por más de tres días.
Prevención:
- Consumir solo agua potable o hervida.
- Lavar bien los alimentos antes de consumirlos.

3. Hepatitis A, cólera y tifus: enfermedades virales y bacterianas
La hepatitis A, el cólera y el tifus son enfermedades menos frecuentes, pero posibles tras inundaciones, especialmente si las condiciones sanitarias se deterioran. Estas infecciones se transmiten por el consumo de agua o alimentos contaminados.
Síntomas principales de hepatitis A:
- Ictericia (color amarillo en la piel y ojos).
- Fatiga.
- Dolor abdominal.
- Fiebre.
Síntomas principales de cólera y tifus:
- Diarrea acuosa severa (cólera).
- Fiebre alta y erupciones cutáneas (tifus).
Prevención:
- Mantener el calendario de vacunación al día.
- Consumir alimentos bien cocidos.
- Garantizar la higiene personal y del hogar.
Anteriormente, el infectólogo Pablo Scapellato, miembro de la SADI, había destacado en diálogo con Infobae que es crucial “fortalecer el acceso al agua segura, impulsar la vacunación y realizar la limpieza de los lugares con cautela”. Además, recomendó el uso de lavandina para desinfectar superficies y la cocción adecuada de los alimentos.
4. Infecciones por bacterias a través de heridas
Las inundaciones pueden aumentar el riesgo de infecciones bacterianas como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, las cuales pueden entrar al cuerpo a través de heridas expuestas al agua contaminada. Los expertos destacan la importancia de evitar el contacto con el agua estancada y de desinfectar las heridas inmediatamente.
Síntomas principales:
- Enrojecimiento, hinchazón o dolor en la zona afectada.
- Fiebre.
- Formación de pus o secreción en la herida.
Prevención:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
- Desinfección de heridas expuestas al agua contaminada.
- Uso de botas y mascarillas durante las tareas de limpieza.
Riesgos adicionales:
- Personas inmunodeprimidas o con lesiones abiertas corren mayor riesgo de desarrollar infecciones complejas.
- Contacto con agua estancada o residuos puede aumentar la probabilidad de infecciones graves.

5. Dengue: la presencia de mosquitos en agua estancada
El dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, es una preocupación creciente en la Argentina. Las lluvias y el agua acumulada favorecen la proliferación de criaderos de mosquitos.
Síntomas principales:
- Fiebre alta (más de 38°C).
- Dolor de cabeza intenso.
- Dolor detrás de los ojos.
- Dolores musculares y articulares.
- Sarpullido en la piel.
Signos de alarma:
- Sangrado de encías o nariz.
- Dolor abdominal severo.
- Vómitos persistentes.
Prevención:
- Eliminar recipientes con agua acumulada.
- Usar repelente de insectos.
- Colocar mosquiteros en puertas y ventanas.

6. Leptospirosis: una infección bacteriana vinculada a las inundaciones
“La leptospirosis es una de las preocupaciones vinculadas a enfermedades transmitidas por roedores, que podrían aumentar debido al contacto alterado con estos animales”, alertan desde la OMS. Causada por la bacteria Leptospira, que se encuentra en la orina de animales infectados, como roedores, esta infección puede surgir tras entrar en contacto con agua contaminada.
Síntomas principales:
- Fiebre alta.
- Dolor muscular, especialmente en las pantorrillas.
- Dolor de cabeza intenso.
- Ojos enrojecidos.
- Náuseas y vómitos.
Signos de alarma:
- Ictericia (color amarillento en la piel y los ojos).
- Insuficiencia renal o hepática.
Prevención:
- Evitar el contacto con aguas estancadas.
- Usar botas y guantes de protección.
- Controlar la presencia de roedores en las viviendas