La llegada de un cachorro a un hogar es un acontecimiento lleno de emoción y expectativas, pero también implica un gran compromiso. En el marco del Día de los Cachorros, que se celebra el próximo 23 de marzo, es importante concientizar sobre los cambios que genera la incorporación de una nueva mascota en la familia y los cuidados esenciales que garantizarán su bienestar y desarrollo saludable.
Según datos de la Encuesta Anual de Hogares, en la Ciudad de Buenos Aires hay más de 850 mil perros y gatos, lo que refleja la importancia de promover la tenencia responsable desde el primer momento. En este contexto, la Dra. Laura Espinosa Caicedo, médica veterinaria (Matrícula Nro. 9666) que trabaja junto a Iké Salud Mascotas, destaca los principales aspectos a considerar para recibir a un cachorro en el hogar.
Aspectos clave antes de la adopción
Adoptar un cachorro es una decisión que debe tomarse con responsabilidad. Es fundamental evaluar si se cuenta con el tiempo y los recursos necesarios para educarlo y proporcionarle los cuidados que requiere. “Durante sus primeros meses de vida, el cachorro necesitará atención constante, visitas regulares al veterinario para vacunaciones y controles de salud, así como también una correcta socialización para evitar problemas de comportamiento en el futuro”, explica la experta.
Durante el primer año de un cachorro sano, se requieren en promedio entre 7 y 8 consultas veterinarias, incluyendo controles generales, vacunación y castración. Pero además, la primera consulta veterinaria resulta crucial para asegurar que el cachorro esté saludable y libre de enfermedades congénitas. Durante esta visita, se establecerá un plan de vacunación adecuado según el área de residencia, y se iniciará el proceso de desparasitación, a la vez que se brindarán recomendaciones sobre su cuidado y alimentación.
Alimento y socialización: pilares del crecimiento
La alimentación juega un papel fundamental en el desarrollo del cachorro. Los especialistas recomiendan optar por alimentos de buena calidad, ricos en proteínas y sin exceso de carbohidratos o harinas, para llevar adelante una nutrición equilibrada. En el caso de una dieta natural, es fundamental contar con el asesoramiento de un veterinario especializado en nutrición, para asegurarse que el cachorro reciba lo necesario para su correcto desarrollo. Además, su seguimiento resulta indispensable, dado que los requerimientos cambian durante las diferentes etapas de crecimiento.
Por su parte, la socialización temprana es clave para el bienestar emocional del animal. Exponer al cachorro a diferentes entornos, personas y otros animales desde una edad temprana favorece su equilibrio y previene problemas de conducta como la agresividad o el miedo. “La interacción con niños, adultos y otras especies como gatos, no sólo facilita su integración social, sino que también reduce la posibilidad de comportamientos problemáticos en el futuro. Un cachorro socializado adecuadamente será más feliz y, a su vez, enriquecerá la vida de su familia con su confianza y sociabilidad”, detalla Espinosa Caicedo.
Por otro lado, la especialista hace hincapié en la importancia de aprender a interpretar el lenguaje del cachorro y acompañarlo en su proceso de socialización y adaptación al hogar. “Hasta los 6 meses, está en modo exploración y hace reconocimiento estrella del ambiente, siempre usando a la mamá o al tutor como punto seguro. Si el cachorro regresa nervioso de una experiencia, es importante evitar acariciarlo o alzarlo, ya que esto puede enviarle un mensaje de que la situación era peligrosa. Es importante estar siempre tranquilos y ofrecer muestras de cariño, y recompensas positivas cuando el cachorro esté emocionalmente estable. De esta manera ayudamos a prevenir problemas de ansiedad o hiperapegos a futuro”.
Un compromiso a largo plazo
La llegada de un cachorro debe ser una decisión bien pensada y tomada en conjunto, ya que determina un compromiso para todos los miembros del hogar que brindarán cuidado y cariño al animal. Su incorporación en el núcleo familiar transforma la rutina por completo, considerando, además, que ese animal vivirá muchos años y requerirá atención y cuidado constante.
“Un cachorro es un ser sintiente que necesita no sólo cuidados básicos, sino también tiempo, paciencia y comprensión durante su desarrollo. Es importante considerar si la familia tiene la disponibilidad para adaptarse a las necesidades de un cachorro, ya que esto puede requerir cambios en la rutina diaria y en la dinámica familiar. Al tomar esta decisión de forma consciente, se crean las condiciones para que tanto el cachorro como la familia puedan disfrutar de una relación enriquecedora y armoniosa”, destaca la médica veterinaria.
En el Día de los Cachorros, es importante que todas las personas tomen real conciencia sobre la importancia de la tenencia responsable y el compromiso que implica sumar una nueva vida al hogar. Con información y preparación adecuada, la llegada de un cachorro puede ser una experiencia maravillosa y enriquecedora para toda la familia.
Fuente: Julieta Muñoz