Está en el norte de Argentina, a más de 1.500 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.
Atraviesa selvas, pueblos detenidos en el tiempo y caminos que parecen perderse entre nubes bajas. Es la ruta nacional más angosta de Argentina, con tan solo 4 metros de ancho, y su trazado de doble mano sigue activo. Se trata del antiguo tramo de la Ruta Nacional 9 que une Salta con San Salvador de Jujuy, una joya escondida entre las Yungas.
También es conocido como el camino verde del norte. Esta porción histórica de la RN9 serpentea entre la frondosa selva de montaña, o Yunga, ofreciendo uno de los recorridos más pintorescos y tranquilos del país, rodeada por vegetación siempre verde, es un trayecto ideal para recorrer sin apuro. Árboles que se abrazan sobre la cinta asfáltica, barrancos profundos, ríos de aguas claras y pueblos detenidos en el tiempo como La Caldera o San Antonio son parte del paisaje.
Lo mágico de esta ruta es su constante convivencia con la naturaleza, ya que, además del verde, hay animales que cruzan ocasionalmente el camino, y no es raro ver aves tropicales o escuchar monos aulladores desde la espesura.
¿Cómo llegar en auto desde la Ciudad de Buenos Aires?
Para quienes se animen a una aventura de más de 1.500 kilómetros desde CABA, es ideal salir con tiempo e ir haciendo paradas en puntos estratégicos que permitan y conociendo lugares, y culturas a la par de disfrutar de los paisajes.
El camino ideal es salir de la Ciudad de Buenos Aires por Acceso Norte, tomar la Autopista Panamericana (RN9) hacia el norte. Seguir por la misma pasando por Rosario, Córdoba y luego Santiago del Estero. Una de las recomendaciones es hacer al menos una noche en ruta. Luego, se llega a Salta capital y, desde allí se debe tomar la vieja RN9 rumbo a San Salvador de Jujuy. Este último tramo, de unos 120 km, es el más angosto y pintoresco.
Paradas recomendadas para comer, ducharse y descansar antes de seguir viaje
En la ruta hacia el norte, Rosario a 300 kilómetros es ideal para un desayuno. Hay estaciones de servicio con duchas y cafeterías abiertas 24 horas. Luego, Córdoba capital es un buen lugar para almorzar o hacer noche. En ella hay mucha oferta de paradores sobre la Av. Circunvalación y hoteles accesibles. Más arriba del mapa, Termas de Río Hondo es otro de los lugares que tiene variedad y comodidad para una parada que invita a descansar y relajarse. Hay aguas termales, hoteles con spa y paradores económicos.
Ya en el tramo final del viaje, Salta capital se presenta confortable para dormir antes de tomar la RN9 vieja. Sus peñas y comidas típicas son casi una obligación conocerlas. Cuenta con hospedajes de todos los rangos.
Y una vez en la ruta 9 vieja, la de cuatro metros de ancho siendo la más angosta del país, se encuentra La Caldera, un pequeño pueblo majestuoso por sus paisajes para hacer una alto en el camino y, disfrutar de una merienda entre vegetación y aire puro.
Luego de contemplar lo dicho, el viaje sigue camino a San Salvador de Jujuy y, Dique La Ciénaga es otro de los puntos imperdibles para detener el motor del vehículo y apreciar las vistas panorámicas para sacar fotos, tomar algo y estirar las piernas antes de llegar a la capital provincial.
Precauciones y recomendaciones para recorrer la ruta más angosta del país
Este tramo de la RN9 no está recomendado para vehículos de gran porte. Es angosto, sinuoso, con sectores sin señal y algunos tramos sin barandas. Por eso, lo ideal es recorrerlo durante el día, con buen clima y con un vehículo en buen estado.
Vale la pena tomarse el tiempo, ya que, es un viaje en cámara lenta, donde cada curva regala una postal distinta. Por eso, en tiempos de apuro, pocos eligen esta vía, lo cual la convierte en una ruta perfecta para quienes buscan desconectar y reconectar con la naturaleza.
Es un camino para ir despacio y sin apuro. Parar en La Caldera a tomar unos mates y quedarse un rato a contemplar la selva es uno de los lujos que brinda. Es un viaje en el tiempo. En este contexto, recorrerla es un gran desafío y, la gente debe entender que no es una autopista. Es una ruta viva, con animales, con historia, y con curvas que exigen atención. Hay que manejar con paciencia y disfrutar del paisaje sin invadirlo.
Fuente NA