Luego de la muerte del pontífice supremo de la Iglesia Católica Apostólica Romana, Santiago Liaudat, filósofo, en su columna del programa «Jugo de Limón», nos habla del Papa Francisco y el Humanismo del Siglo XXI.
Santiago comienza su columna explicando que el pensamiento de Francisco es muy amplio, tiene muchas aristas, pero que se centrará en su humanismo. «Él denomina una crisis antropológica, como la negación de la primacía del ser humano en pos de la nueva idolatría. Él dice que el falso Dios de nuestra era es el dinero. El fetichismo del dinero y la dictadura de la economía, así lo define. Es esto lo que está desplazando la primacía del humano» retoma Santiago el diagnóstico que Francisco hace en uno de sus escritos, el Laudato si’ (Alabado seas).
«Esto tiende a reducir al ser humano a una sola dimensión, que es la dimensión del consumo. Esta es la única dimensión donde se le rinde culto al Dios del dinero, al éxito económico, etc.» continúa explicando las palabras de Francisco. El columnista afirma que esto, sumado a lo que el Papa llamó el «Paradigma tecnocrático» sería aquello que motiva la deshumanización. «Acá esta el aporte que le hace a la perspectiva humanista» comenta.
Santiago hace referencia a que la conexión de Francisco con el humanismo yace en su pensamiento dirigido hacia el eje de la lucha entre la humanización y la deshumanización. «Esto va a producir la mundanidad; la cultura del descarte, el yo autoreferencial, el individualismo, el aislamiento, la indiferencia hacia el otro, la asedia, la idea de la liquidez. Es un empobrecimiento humano integral».
Lo que se enfrenta con este diagnóstico, sería el nuevo paradigma humanista que Francisco levantó, a continuación, la cita de Santiago: «La persona humana, con sus derechos inalienables, está naturalmente abierta al vínculo con los otros y se trasciende a sí misma en el encuentro con los otros. La vida se acrecienta dándola». Los conceptos de benevolencia, la misericordia, la solidaridad – que se expresa como servicio -, fueron levantados por Francisco.
«El concepto central para él, como autor cristiano, es el concepto de Conversión. El kerigma, el anuncio de Dios es este» menciona Liaudat las principales ideas que deja Francisco en el escrito citado. «La conversión implica asumirse instrumento de Dios para la liberación y promoción de los pobres» lee Santiago las palabras del Papa, quien proponía una conversión integral de la humanidad.
«En definitiva, nos invita a abrirnos al otro. Él dice que hay que saber mirar la grandeza sagrada del prójimo, saber descubrir a Dios en cada ser humano, saber buscar la felicidad de los demás» cierra Santiago su columna con el legado de Francisco.