En los primeros días de junio, Felipe Flores, empleado de la Terminal de Ómnibus de Cnel. Pringles, saca fotos a la playa de estacionamiento. Unos días después descubre que en las imágenes había un objeto que flotaba en el cielo.
La forma se presta a las miles que se han tomado en distintos puntos del planeta y responde claramente a un OVNI.
Hablamos telefónicamente con Flores y nos brindó el relato de lo sucedido:
«Hace unas tres semanas, saqué varias fotos, era un día feo, lluvioso», nos describe Felipe, indicando que las tomas las había realizado desde su lugar de trabajo alrededor de la hora 17:45.
«La sorpresa me la llevé cuando días después veo un objeto en las fotos», aclaró. «Me llamó la atención, porque no había visto señales de nada» dijo, haciendo referencia al momento de tomar las imágenes.
«En un primer momento pensé en un pájaro o un dron», nos dice el testigo del extraño caso.
Flores nos comenta que una vez que vio la extraña imagen en la fotografía, envió las mismas al Museo del Ovni que se encuentra ubicado en la ciudad de Victoria, Pcia. de Entre Ríos, para que la analicen.
De acuerdo a lo que manifiesta el entrevistado en la nota, ya cuenta con un informe que describe que la foto es original y próximamente se expedirán sobre qué es lo que fotografió Flores en el cielo de Cnel. Pringles.
Sacando este caso, Felipe ya había tenido una experiencia en el año 2009, cuando durante una noche de cacería en la zona del «Despeñadero», muy cerca del la ruta 51, junto a Gabriel Varela vieron «una luz verde muy intensa acompañada de un fuerte olor a azufre».
Su testimonio quedó publicado en varias páginas especializadas en el Tema:
Los dos testigos salen a cazar (había tormenta). Cuando ingresan al campo, se larga a llover. Los dos hombres toman un sendero, llevando Felipe, que iba adelante, un reflector a batería en su mano, alumbrando el camino.
Cuando estaban caminando por un cerrito, Gabriel exclama: “Pará, que esa luz nos alumbra”. Felipe por ir delante, no vio nada.
El compañero le pide que apague el reflector para poder identificar la luz que mencionaba.
Testigos: Felipe Flores y Gabriel Varela
Detrás del cerro observan que sale una luz, que primero la observan opaca (como luna manifiesta Felipe), para luego ascender 50 mts. en vertical convirtiéndose su color en verde fosforescente.
Los dos testigos manifiestan que la luz alumbró todo lo que estaba a su alrededor, para luego descender en vertical, hasta ocultarse detrás del cerro.
Felipe, sugiere ir a ver por detrás del cerro, ya que sólo se encontraban a unos 180 mts. de distancia, con la esperanza de que esa luz estuviera allí. Gabriel más precavido, le solicitó que esperara un tiempo. Rápidamente Felipe inicia el camino hacia el punto donde desapareció la luz, prendiendo su reflector y cuando llegan al otro lado, nada había.
Del otro lado del cerro, había una especie de cañadón con una zona conocida como El Despeñadero (zona ruta 51) hacia Bahía Blanca. Regresaron a la 1 am, saliendo del campo.
Recuerdan que había en el ambiente un fuerte olor como a pólvora o azufre. Describen a la luz como un globo, de aproximadamente 4 mts. de diámetro. Al rato de permanecer en el lugar la vista de ambos hombres parecía irritada, al punto que lagrimeaban.