En un acto sencillo, profundo y muy emotivo, en horas del medio día de este domingo 3 de diciembre, las autoridades del Club A. Ventana realizaron el homenaje al recordado Emmanuel «Yiye» Grenz, imponiéndose su nombre al Campo de juego de la Calle Galileo Galilei.
Con un nutrido número de allegados, familiares de Emmanuel, jugadores y comunidad, las palabras alusivas estuvieron a cargo de Gonzalo Reyes, quién invitó a los padres,hermanos y familiares directos de Grenz, para descubrir una placa recordatoria que se ubicó al pié del mástil que se encuentra en el campo de juego del Club.
Posteriormente llegó el momento de colgar una lona que consigna el nombre:»Cancha de fútbol» Emanuel «Yiye» Grenz.
Posteriormente el Diácono Fernando Alcaraz realizó la bendición de los presentes para dar por terminado el acto.
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Con estas palabras, el presidente del Club Atlético Ventana, iniciaba este homenaje tan sentido y esperado por todos.
«Muy buenos días a todos.
Para toda la familia del Tricolor hoy es un día de fiesta, porque hace mucho tiempo que estamos deseando concretar este homenaje.
Un homenaje a una persona que soñó, gestó, empujó, ayudó y puso todo para concretar lo que hoy ven acá: esta cancha.
Pero no es solo una cancha, un predio, o como lo quieran ver. Es mucho más.
Es la muestra palpable de un desafío loquísimo. De la unión de varios delirantes que decidimos y decretamos que esto iba a ser una realidad. Que no nos dejamos vencer ante las dificultades que fueron muchas. La pasión por la pelota hizo de cada piedra una oportunidad y de cada “no”, un redoblado “sí”.
Y en ese proceso de convertir un potrero intransitable en un campo de juego como hoy lo estamos disfrutando, estuvo Yiye con su convicción, su fuerza y su contagioso buen humor haciendo del cansancio una anécdota más para el próximo asado.
Todo lo que vivimos acá fue muy intenso.
Nadie puede manejar o cambiar los sucesos de la vida pero sí puede decidir cómo continuar. Y los que quedamos acá, decidimos que él merece que su nombre se asocie a la alegría, a los valores, al esfuerzo, al sacrificio, al compañerismo, a la buena energía. Todo eso que él fue y que hoy queremos contagiar a los pibes que juegan en este club y se forman como deportistas y sobre todo como buenas personas.
Por eso, y con el permiso de su familia, hoy eternizamos su ser y su esencia en este lugar donde parte de sus sueños vieron la luz.
Sabemos que él no necesita de esto, porque su espíritu humilde y bonachón está más allá de reconocimientos y homenajes. La verdad, es que nosotros necesitamos de este gesto. De este hecho concreto. Para retener lo que hemos vivido, para contagiar su sana forma de ver la vida, para reafirmar que siempre, pase lo que pase, ese ser de luz que nos honró con su amistad permanecerá en esta, su casa.
Agradecemos profundamente a toda la familia, Cachito, Mirta, Gime, Gise, Caro y Male, por darnos el sí y compartir hoy este momento con nosotros.
Ojalá todos podamos contribuir a que Male siempre sepa el maravilloso ser que fue su papá.
Gracias por acompañarnos».