Luego de que el Ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, anunciara que a partir del 1 de abril las tarifas de gas tendrán un incremento promedio de 32%, con picos de hasta 40%, desde el Frente Renovador indicaron: “En un contexto en el que la inflación no se desacelera, seguir castigando al bolsillo de los argentinos es pegarse un tiro en el pie”.
Tras el anuncio de subas de hasta el 40% en el servicio de gas, las cuales se suman al aumento del 45% aplicado por el Gobierno en el mes de diciembre, José Ignacio De Mendiguren y Liliana Schwindt expresaron la preocupación de la fuerza política liderada por Sergio Massa a partir de las consecuencias de este aumento en la economía diaria de los argentinos.
Es así que el diputado nacional y referente del Frente Renovador en materia industrial José Ignacio De Mendiguren sostuvo: “Estamos muy preocupados por el impacto de estos aumentos en el bolsillo de los trabajadores porque el Gobierno le está poniendo ancla al salario pero libera las tarifas. En un contexto en el que la inflación no se desacelera, seguir castigando al salario es –además de injusto– pegarse un tiro en el pie. El salario es mercado interno, y sin mercado interno el crecimiento es una entelequia o una alquimia financiera artificial”.
De Mendiguren también señaló: “Con los aumentos de gas, el Gobierno sigue tomando a la energía como un costo y no como un insumo estratégico para el desarrollo. Y lo que es peor: suma pérdida al poder adquisitivo de los salarios y complica la competitividad del sector productivo. Hay un error de enfoque por parte del Gobierno, la energía no se tiene que pensar como parte de los costos para producir. Esa es la visión integral que el Gobierno no sabe o no quiere aplicar”.
“Los mensajes estratégicos del Gobierno son contradictorios. Por un lado decimos que con Vaca Muerta puede haber gas abundante en Argentina por 100 años, y por el otro tenemos gas cada vez más caro para industrias y consumidores. Eso muestra una falta de plan estratégico”, finalizó el diputado.
Por su parte, la ex presidenta de la Comisión de Defensa del Consumidor, Liliana Schwindt expresó: “Para quienes seguimos el tema de consumo y tarifas este aumento no sorprende pues ya se perfilaba en las audiencias públicas donde las empresas pidieron una recomposición oscilante entre el 33% y 58%. Entre el aumento de diciembre y este la tarifa subió casi un 100%. De los aumentos previstos para abril, el del gas es el de mayor impacto porque alcanza a todo el país. Hay otro aumento que se dará en octubre y el Gobierno dice que será menor a este, pero lo cierto es que no se les puede creer una palabra, ya que todos los aumentos que vienen dando en la tarifa del gas nunca son menores al 40%”.
Asimismo, Schwindt agregó: “El ‘gradualismo’ que el Gobierno dice implementar afecta a comercios y PyMEs y esto impacta fuertemente en las cuentas porque muchos se ven obligados a trasladarlo a los precios o cerrar sus puertas. Venimos diciendo que esta gestión sólo aplica gradualismo en los salarios donde las paritarias más altas están cerrando apenas en un 15%”.
Para finalizar, la diputada expuso: “No está puesta la preocupación en quienes necesitan el servicio y que no pueden afrontar una batería de aumentos en la canasta familiar, la nafta, el transporte, la prepaga, el colegio, la indumentaria y los servicios públicos de gas luz y transporte”.