Carta de lectores de la Sra Norma Fernandez
Yo soy de aquellas que creen que el silencio también expresa y que lo hace con más contundencia que el grito destemplado; prefiero callar si bien reconozco la verdad que subyace en “el que calla otorga” y, casi siempre, esta contradicción interna me hace naufragar en un mar de dudas entre contestar r y no hacerlo, lo que me obliga a dejar que pasen los días, que se aquieten las pasiones y que los actores del conflicto empecemos a transitar por senderos más calmos.
Ya pasó más de una semana desde el viernes 25 de mayo, un lapso considerable para que pudieran expresarse en libertad todo/as los que quisieron hacerlo. Mientras tanto me aboqué a la tarea de leer con tranquila atención, una a una, las opiniones vertidas en relación al comunicado de prensa emitido por el Frente Popular “25 de Febrero” en el que se denuncia una actitud intolerante del señor delegado.
Entre tantas expresiones, hallé una que dice textualmente: “Por favor, invito a quien publicó y compartió esto que conteste cada uno de los comentarios de los vecinos”. Me pareció una solicitud atinada que merece la cortesía de una respuesta. No voy a replicar a cada comentario por separado pero sí responderé sobre el hecho en tanto me comprenden las generales de la ley por ser yo una integrante del proyecto colectivo socio-político-cultural arriba mencionado.
Muchos de los opinantes me conocen y yo los conozco a ellos pues soy vecina de Sierra de la Ventana desde hace más de quince años. Encontré en el foro a ex alumno/as, ex compañera de trabajo, vecino/as, personas con las que compartí utopías comunitarias en las que laboramos con alegría, compañerismo, entusiasmo, respeto mutuo.
De la comedida lectura realizada surge, a mi entender, un panorama extremadamente confuso como si estuviera jugando al “teléfono descompuesto”. Se advierte, eso sí, una encomiable lealtad hacia el señor delegado (a quien también conozco desde hace más de 15 años) aunque su defensa se basa en lo único que no hizo, o sea: ¡sacar los papeles para que el espacio luzca limpio!
Siempre es bueno escuchar los tañidos de todas las campanas para saber de qué se trata cualquier cuestión en cualquier circunstancia de la vida.
En este caso en particular el Frente Popular “25 de Febrero”, que no es una entelequia sino que somos un grupo de personas de carne y hueso que vivimos y convivimos en la comarca, organizamos un acto para el 25 de Mayo convocados por el día de la patria y por las consignas que movilizaron a centenas de miles de ciudadanos a lo largo y a lo ancho del país.
Como en todas las demás ocasiones en que realizamos actividades públicas (incluida la pintura de pañuelos de Madres en la vereda de la placita del ACA), también en esta oportunidad solicitamos a las autoridades y nos ha sido concedido el permiso correspondiente.
Los carteles de la polémica fueron realizados en hoja A4 y sujetados al travesaño del cartel con un segmento de cinta de enmascarar de 1.5 cm de ancho por unos 5 cm de largo colocado en diagonal en cada esquina de la hoja. Todo aquel que alguna vez haya usado cinta de enmascarar debe saber que ese material no deja marca, por lo que la expresión “pegatina” es, al menos, exagerada.
Comenzamos con nuestro proyecto a fines de 2015 y desde entonces hemos organizado diferentes encuentros en el lugar sin que hayamos tenido desavenencias con el señor delegado ni con otra autoridad del gobierno actual.
Evidentemente algo influyó en su ánimo ese día para presentarse así tan intempestivamente y arrancar los carteles pese a que todavía nos encontrábamos allí y a pesar de que le pedimos que no lo haga ejerciendo esa violencia, a todas luces desproporcionada para lo que tenía delante suyo. Le aseguramos que nosotros íbamos a quitarlos como hicimos siempre pero no quiso escuchar, continuó mientras mascullaba improperios que no vienen al caso reproducir.
Nos ignoró por completo desestimando toda posibilidad de diálogo y el resultado del desencuentro fue nuestro reproche público por la actitud autoritaria e intolerante del funcionario, manifestación que de ningún modo emite un juicio de valor acerca de sus condiciones morales, sus creencias personales o su idoneidad. Fin de la historia.
De todo lo demás, podemos hablar y discutir en una gran asamblea popular si es que estamos dispuestos a dar el debate en términos de pensamientos y de ideas que convoquen a la transformación de la realidad para un mejor vivir en comunidad.
Muchísimas gracias.
NORMA BLANCA FERNANDEZ
omnorsiven@gmail.com