Poco más de 20 años bastaron para que el ferrocarril, el medio de transporte más importante de la ciudad en el último siglo y protagonista indiscutido de su crecimiento, quedara resumido a cenizas.
En junio pasado el corte de los trenes bonaerenses dispuesto por María Eugenia Vidal significó de hecho la muerte de Ferrobaires, la empresa nacida en 1993 para garantizar los servicios que la Nación se negó a prestar y que terminó siendo más virtual que real, con 1.099 kilómetros menos de vías y con la “desaparición” del 90% de sus locomotoras y el 80% de sus vagones. Eso sí, hoy a punto de volver a la Nación, posee 2,5 veces más empleados que hace 15 años.
Varios tramos de las vías a Constitución se encuentran en mal o muy mal estado. Sin embargo, pudo saberse que no hay ni habrá trabajos de mejora.
Si bien a mediados de este año el administrador de Ferrobaires le adelantaba al intendente Héctor Gay que iba a investigar la presencia de numerosos ñoquis en la empresa, aclarando que en Bahía no se dan estas situaciones con los 200 empleados existentes, cuyo puestos están garantizados, lo cierto es que entre el martes y el miércoles próximos llegarán inspectores de Buenos Aires para realizar un censo de personal. ¿Los motivos? Por ahora se desconocen, aunque se sospechan…
En cuanto a la posibilidad de sumar más servicios, existe tan sólo un rumor sobre el envío de otras dos formaciones chinas semanales hacia fin de año, pero no mucho más.
Hasta ahora se mantiene vigente lo señalado por el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, quien durante una exposición en el Congreso dijo que «no es posible determinar una fecha de restitución de los servicios».
Antes había descartado la creación de nuevos servicios de larga distancia previstos en el Plan Quinquenal de Ferrocarriles Argentinos, cuya aplicación fue congelada. La directiva se hizo evidente en el voto negativo de los senadores de Cambiemos al proyecto de reactivación de los trenes a Bariloche, Neuquén y Zapala.
Las inversiones, tal como se anunció, irán a los ferrocarriles metropolitanos y al ramal Buenos Aires – Mar del Plata, mientras que en los próximos años y pese al reclamo municipal en el ministerio de Transporte, los recursos tampoco se volcarán al área portuaria de Bahía Blanca, sino a la de Rosario.
Cabe recordar que la vía Pringles, la otra alternativa que disponía la ciudad para comunicarse con Constitución (junto a la Lamadrid confluyen en Olavarría), evidencia un marcado deterioro que la hace inviable para la corrida de los trenes chinos.
Esto hace que localidades como Saldungaray, Sierra de la Ventana, Pringles o Laprida se encuentren sin servicio ferroviario desde junio pasado.
Grupos de vecinos de Sierra de la Ventana convocan el 12 de noviembre a las 17:00 hs en reclamo por la vuelta del tren.