Vecinos y comerciantes de Sierra de la Ventana y Villa La Arcadia formaron una mesa de trabajo autoconvocados, e hicieron uso de la banca 13 en el HCD, durante la última sesión del pasado 5 de noviembre, a raíz de los aumentos en las tasas municipales de inspección, seguridad e higiene que llegaron del 300 al 1000 % para prestadores de turismo, entre los que se encuentran gastronómicos, cabañeros y alojamientos de todo tipo. Para informar en forma detallada a la audiencia de FM Reflejos, visitó nuestros estudios el Sr. Jorge Canolik, quién durante la sesión estuvo acompañado de Natalia Escribano.
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«La historia del grupo de vecinos es porque la audiencia no se si recuerda, en el mes de marzo, los prestadores de servicios turísticos, sobre todo los que estamos en los rubros de hoteleria, alojamiento y gastronomía, fuimos sorprendidos con unos aumentos en las tasas de este ítem, significativos digamos, para dar una idea entre el 300 y 1000% , lo que era una tasa en el ultimo bimestre del 2018 de 800$, que cuando decimos tasa tenemos que puntualizar que se trata de la base, se trata de un mínimo que atraviesa a todos los prestadores y que tiene como objetivo básico, mas allá de que haya trabajo o no, si tu facturación fue cero porque sabemos que hay ciclos, temporadas altas, temporadas bajas, acá cuando es baja es baja de verdad, pero de todas maneras se abona una tasa mínima, porque se entiende que el municipio tiene que sostener una estructura para esta contra prestación. El nombre de la tasa es justamente tasa de inspección seguridad e higiene, con lo cual la contra prestación se transforma en algo sobre todo para aquellos comercios que ya están habilitados, que vienen desde hace años, sosteniendo la economía del distrito con su servicio, estos rubros en realidad lo que ayudan es a sostener una estructura, que se entiende que es si aparecen nuevos comercios, nuevas habilitaciones, tiene que haber una estructura e inspección esto es lógico, pero todos también sabemos que sobre todo en el rubro tasa de inspección seguridad e higiene, se transforma en una contra prestación difusa, no hay una contra prestación definida real que justifique que un contribuyente este pagando todos los bimestres una plata, salvo el hecho de decir (bueno, entre todos pongamos un mínimo, para ayudar a que se sostenga una estructura). Después en realidad la tasa tiene dos aspectos, uno es este que es el mínimo, y otra la alícuota, eso significa que si las temporadas son buenas, si los contribuyentes pudieron recaudar, si la rueda gira y la economía es floreciente y todo va bien, el municipio también se ve beneficiado, porque tiene un 8 x 1000 sobre la facturación, entonces ¿como se controla esto?, cada prestador de servicio esta obligado por una declaración jurada que realiza cada bimestre cuando va y abona el mínimo, a declarar su facturación, es ni mas ni menos que lo que se hace en todos los ámbitos, porque estas son las declaraciones juradas de ingresos que tiene cada comercio. El municipio tiene la potestad a través de su regulación, de sus normas, y de la reforma del código impositivo la posibilidad de ir ajustando en el tiempo esa base, porque también es cierto que hay inflación, que hay otros costos, y ese mínimo es lógico que vaya sufriendo un ajuste».
«Como estamos hablando de tasas y estamos hablando de impuestos, ese ajuste se inscribe en una normativa que esta dada, osea ninguna regulación de tipo municipal puede contravenir leyes superiores como por ejemplo la constitución, entonces, cualquier tasa, cualquier impuesto, tiene conceptos básicos, que son previsibilidad, equidad, el municipio cuando supongamos que hubiera un evento grave, una emergencia, supongamos que hubiera una situación puntual, donde el municipio dice (muchachos esta todo bien, pero saben que vamos a aumentar esta tasa el 1000 x 1000), como lo hizo, de 800 hay gente que paso a pagar 8000 de base mínima, o 4000 o 2000, aumentos del 300 y pico porciento, 500 porciento, 1000 porciento».
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