(Fuente : La Nueva) Peritos analizarán el cadáver de Antonio Santellán, en cuyo inmueble se encontraron restos óseos de una mujer y un niño que serían de su hija y su nieto, desaparecidos hace 10 años.
La vivienda de Intendente Ruppel al 500 fue noticia a nivel nacional en septiembre. Hoy no se habla del caso pero la investigación continúa.
Con la exhumación de los restos de Antonio Enrique Santellán, la Fiscalía intentará determinar si los restos óseos de una mujer y un niño encontrados hace tres meses en la casa del hombre en Tornquist corresponden a su hija y su nieto, en el marco de una causa por un presunto doble homicidio.
La medida, que deberá autorizar la justicia de Garantías bahiense, permitirá la extracción de muestras de ADN para cotejarlas con el material genético de los huesos que el actual morador de la vivienda desenterró, de manera fortuita, mientras en septiembre excavaba el suelo de un galpón.
El desentierro del cuerpo del dueño de la vivienda, ubicada en Intendente Ruppel 593, surge en la investigación como una posibilidad con bastantes chances de materializarse debido a la -hasta ahora- infructuosa búsqueda de familiares directos del septuagenario.
Así lo confirmó a “La Nueva.” una fuente de la Ayudantía Fiscal de Tornquist, que también adelantó el desarrollo de pericias histopatológicas para establecer las causales de muerte de la mujer y el menor.
“Se van a hacer análisis microscópicos en relación a determinadas piezas de esos dos esqueletos para establecer si presentan alguna lesión o anormalidad que pueda haber sido la causal de muerte. Por su estado de descomposición, los cuerpos no presentan tejidos”, dijo.
“En una costilla de la mujer se encontró un muy pequeño corte que no determina la causal de muerte. Esa lesión se analizará microscópicamente para evaluar si es anterior a su deceso y descartar que no haya sido producida durante las maniobras de desentierro en el hallazgo de los huesos”, agregó.
“La prioridad es desestimar la hipótesis de esa maniobra. En ese caso, se deberá definir a qué altura está ese hueso, si se encuentra cerca de algún órgano vital y si esa lesión podría haber causado el fallecimiento de la mujer”, continuó el investigador.
Se pudo confirmar, a través de los informes de antropología forense, que los huesos son compatibles con los de una mujer de unos 35 años y de un niño de 2.
“Se extrajeron muestras de ADN para su posterior cotejo con un familiar directo o mediante la exhumación de Santellán. Con esto se pretende acreditar la identidad de las personas enterradas”, precisó el informante.
Sin embargo, la presunción más sólida de los investigadores es que los restos pertenecerían a la hija y al nieto del hombre al que un amigo halló sin vida el 31 de diciembre de 2017, en la salida de su casa, cuando tenía 77 años.
Fecha indefinida
La fecha de la posible exhumación del cadáver de “El Tigre” Santellán depende de si será necesaria la intervención de personal especializado para tal fin, o si las muestras de ADN las tomará directamente el médico de policía de Tornquist.
“Es casi seguro que la exhumación se va a concretar. Todo esto se va a tratar de hacer lo más rápido posible porque los peritajes de ADN suelen demorar un tiempo, por su complejidad”, manifestó.
“No se descarta un doble homicidio”, finalizó el operador judicial.
En la Investigación Penal Preparatoria (IPP) intervienen, además, el fiscal Rodolfo de Lucia, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 20, especializada en la búsqueda de personas y el hallazgo de restos óseos, así como la jueza de Garantías Nº 3, Susana Calcinelli.
Una década de misterio
Desaparición. Tras la muerte del hombre, a fines de 2017, las autoridades intentaron dar con su hija, Edith Noemí Santellán, para comunicarle lo sucedido, pero no pudieron establecer su paradero. Ella y su hijo permanecen desaparecidos desde hace unos 10 años.
Sospechas. “Nunca se radicó una denuncia por averiguación de paradero de la mujer y el menor. Además, casualmente, son restos óseos de una mujer y un chico. Se presume que podría tratarse de un doble homicidio”, dijo el comisario mayor Claudio Petrizán, al frente de la Jefatura Departamental.
Versión. “Las personas con las que hablamos en Tornquist nos dijeron que después de 2012, cuando se incendió una de las habitaciones de su casa, a Santellán le preguntaban por su hija y él respondía que se había ido a vivir a Buenos Aires con su nieto”, agregó el policía.
“El Tigre”. Antonio Enrique Santellán fue trabajador de la cooperativa eléctrica y respetado por todo el pueblo. Atleta entusiasta (de ahí el apodo de “El Tigre”), participaba de colectas y colaboraba con instituciones. Siempre tenía a mano su guitarra y su voz para acompañar las veladas.