Podría transformarse en el día más caluroso de la semana. La máxima llegaría a los 39° con la térmica por encima de los 42°.
Si bien este jueves 23 amaneció con cielos nublados, el SMN anuncia que tendremos una jornada de cielos mayormente despejados, con vientos suaves a moderados del NorOeste y una temperatura máxima que rondará los 39 a 40 grados de termómetro. Ayer se registraron en Sierra de la Ventana una máxima de 38.2° y la sensación térmica alcanzó los 42,6°. Para hoy se anuncia que los valores serán superiores.
Para mañana viernes y el fin de semana tendremos un alivio, ya que esta noche comenzarán a soplar vientos moderados a fuertes del sector sur, y también habrá aumento de la nubosidad, lo que traerá aparejado máximas de hasta 32° y mínimas de 15 a 17 grados.
Como consecuencia de la seguidilla de días calurosos y lo que se llegará a registrar hoy es conveniente tener en cuenta los consejos para evitar el golpe de calor que son:
Golpe de calor
El golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicios en ambientes calurosos y poco ventilados. Se produce porque el cuerpo pierde agua y sales, la persona comienza a sentir un malestar general por el aumento de la temperatura corporal y la falla de los mecanismos para su regulación
“Se trata de un cuadro de deshidratación generalizada y los síntomas son similares para todos. Este malestar puede aparecer al momento o después de algunos días de altas temperaturas”. Según explicó el jefe del Programa de Medicina Interna General del Hospital de Clínicas, Roberto Fayanás (MN 48.947), “la clave está en poder reconocer la necesidad de mantenerse hidratado”.
Las personas mayores, por la edad, se vuelven menos sensibles a sentir sed, por lo que deben recordar y tener como hábito tomar agua. Cuando la temperatura sube y comienzan los síntomas el cuerpo puede haber perdido entre cuatro y seis litros, que se deben reponer de forma constante.
Existen dos grupos de riesgo más propensos a sufrir golpes de calor: los ancianos y los niños. “A medida que aumenta la edad, las personas se vuelven menos susceptibles a regular la temperatura, sufren períodos de hipotermia durante el invierno y tienen problemas con el calor en verano -explicó Fayanás-. Con respecto a los bebés, los síntomas de la deshidratación son muy similares: suelen estar tranquilos, con una baja en su actividad normal, se quedan dormidos, pierden la iniciativa, tienden a no comer ni llorar”.
En ese sentido, el coordinador del Comité de Emergencias Hospital General de Niños Pedro de Elizalde, Raúl Gómez Traverso (MN 83.414) enumeró los síntomas a tener en cuenta:
– Dolor de cabeza
– Sensación de vértigo
– Náuseas
– Confusión
– Convulsiones y pérdida de conciencia
– Piel enrojecida, caliente y seca
– Respiración y pulso débil
– Temperatura corporal elevada (entre 41 y 42 grados)
Si la persona sufre alguno de estos síntomas, “es importante trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo, hacer que mantenga la cabeza un poco alta, e intentar refrescarlo mojándole la ropa o aplicarle hielo en la cabeza, darle de beber agua fresca o un poco salada y solicitar ayuda médica”.
Finalmente, citó algunas recomendaciones para prevenir:
– Reducir la actividad física. Usar ropa holgada y de colores claros, sombreros y anteojos oscuros.
– Evitar comidas muy abundantes: ingerir verduras y frutas.
– Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
– Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
– Evitar bebidas alcohólicas o muy azucaradas.
– No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17).