El gobierno de Israel anunció en las últimas horas el cierre de un centenar colegios y guarderías tras confirmar más de 300 nuevos casos de coronavirus desde el reinicio de las clases hace tres semanas, por lo que unos 16.000 niños y profesores deberán volver a la cuarentena.
El gobierno israelí ordenó hoy, en el primer día hábil de la semana en el país, el cierre de una escuela en el asentamiento de Guiló, en el territorio ocupado de Jerusalén Este, y puso a los todos los alumnos y maestros de primaria en cuarentena, informó la agencia de noticias EFE.
Las escuelas en Tel Aviv y Yafa, en la costa occidental, y en Safed, en el norte del país también cerraron esta semana.
Anoche, el gobierno decidió cerrar los colegios del Consejo Regional de Sdot Neguev, después de que diese positivo un alumno que había estado en contacto con escolares de otros centros en el transporte.
En el caso de la escuela de Safed, fue un conductor que lleva a decenas de niños al colegio quien dio positivo.
Se trata de un total de 110 centros educativos cerrados desde que se permitió la reapertura el 17 de mayo.
Israel comenzó su vuelta a la normalidad rápidamente, pero desde un inicio se registraron concentraciones de personas y mucha gente sin barbijo.
El 27 de mayo se reabrieron los hoteles, piletas y restaurantes y actualmente también están abiertas las playas, hoy repletas de personas que están ignorando el uso obligatorio del tapabocas, informó la agencia de noticias Europa Press.
Las autoridades educativas están buscando fórmulas para examinar a los miles de niños y adultos que están ahora en cuarentena.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, alertó recientemente a la población sobre las dificultades de la desescalada, pidió máxima precaución y recordó los puntos clave: lavado de manos, uso de tapabocas y distanciamiento físico.
Netanyahu advirtió, además, que de seguir aumentando las cifras de contagios, el país podría dar marcha atrás en varias de las medidas, en particular en la apertura de los centros educativos.
Tras los nuevos repuntes de casos que obligaron a las autoridades a plantearse la posibilidad de advertir sobre un segundo brote de contagios, Israel registra un total de 17.783 casos y 297 muertos por coronavirus, según datos de la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
El director general saliente del Ministerio de Salud, Moshe Bar Siman Tov, se refirió al reciente aumento de personas infectadas como una «segunda ola», aunque más tarde negó haber hecho estos comentarios.
Yoav Kisch, el nuevo viceministro de Salud, en cambio, fue más contundente al sostener que «es demasiado pronto para decir que el país está experimentando un nuevo brote».