Comunicado de SUTEBA Tornquist
En el marco de la evaluación escolar en el actual contexto de pandemia, con la participación de los Consejeros Generales de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, representantes docentes por el SUTEBA, Prof. Néstor Carasa y Lic. Marcelo Zarlenga; con el acompañamiento de Valeria Visotsky, Inspectora Jefa de la Región 23 y responsable política de SUTEBA regional, e Irina Chesñevar, Inspectora Jefa del Distrito de Tornquist, y del inspector de Educación Física Prof. Fernando Jaime; con la presencia de secretarios generales de SUTEBA Tornquist Fernando Caffieri y de Saavedra-Pigüé Lucía Navarro y demás miembros de las seccionales de la región; con la participación de la Coordinadora de FINES Ludmila Becker; y contando con la grata presencia de docentes de Tornquist, Cnel. Suárez, Saavedra, Monte Hermoso, Cnel. Dorrego y Puan, y la participación de estudiantes del ISFDyT N°162 de Tornquist, participamos, en el día de ayer, del Seminario “La evaluación en el actual contexto educativo”.
Síntesis de lo reflexionado:
Bajo la consigna establecida trabajamos el lugar de la escuela, no solo como espacio físico, sino en la intermediación del Estado con la familia; la política del Estado en el cuidado, basándonos en una pedagogía de la solidaridad, para sostener los vínculos en este contexto, reflexionando qué estuvimos enseñando en este tiempo, lo significativo, y cómo fuimos pasando la vida en este momento.
Se sostuvo que es posible evaluar igualmente en este contexto, reflexionando qué es evaluar, cómo lo hacemos y, sobre todo, cuáles son los mejores “instrumentos” que tenemos para evaluar. Entendiendo que no alcanza con enseñar para que uno aprenda. Ante las clases no presenciales, las situaciones de desigualdad (preexistentes), se incrementaron con la pandemia, donde se sostuvo la continuidad pedagógica. Por ello creemos que no es posible dejar de lado estas variables a la hora de evaluar.
Pensamos este tiempo como extraordinario, por lo tanto, afirmamos la necesidad de despejar toda urgencia, dado que este no es el mejor marco para sostener la evaluación tal cual la conocemos. Ante la modificación del calendario escolar, el próximo ciclo 2021 estará ligado estrechamente a este, por lo que es indispensable quitar angustias a nuestra comunidad y nuestros docentes. Reflexionamos que debemos tener la mirada puesta en toda la trayectoria educativa de nuestros estudiantes en relación a lo enseñado y lo aprendido, sin quitar de vista al contexto social de pandemia.
Sabemos que existen tensiones, temas asuntos que entran en conflicto. La estandarización se interrumpe y se crea un escenario extraordinario. Ante la tendencia de evaluar siempre de la misma forma, este escenario de la no presencialidad nos pone en la situación de tener que deconstruir dichas costumbres. Así, esa relación directa entre evaluación y calificación es recreada por un instrumento que se adecúa al momento, con el concepto de valoración pedagógica.
Intentamos descomprimir la tensión entre evaluación y control. Evaluar como proceso, y no solo como resultados, entendemos, aporta fundamentos a la calidad de la educación. Una tensión que se explaya entre el texto y el contexto. Por lo que no dudamos en pensar la evaluación socialmente contextualizada. Tenemos muy claro que la evaluación es un derecho de nuestros estudiantes y es por eso que la pensamos como un dispositivo social. Nos basamos para estas ideas en resoluciones Federales 360/20, 366/20, y, sobre todo, en la Resol. 1075/20 donde se establece que se considere al período como una única unidad temporal, lo que implica pensar otros formatos distintos a lo tradicional.
Debatimos curriculum, siempre respetando la base jurídica de un espacio 2020/2021. Valorando dos principios: Igualdad y Equidad. Teniendo en cuenta el curriculum prioritario, articulado en ejes o núcleos temáticos, extendidos en el tiempo y seleccionados para la evaluación.
En cuanto a la terminalidad en cada uno de los niveles, y basándonos en el Reglamento General de Instituciones Educativas, abordamos el pasaje de niveles. Algunos que ya están establecidos (como de inicial a primaria) en promoción automática. Se presenta la figura de promoción acompañada (esto no es nuevo, ya lo tenía primaria), de primaria a secundaria. Lo cual, además, fue tratado en Cogestión y se planteará en próximas Paritarias. En cuanto a la terminalidad del secundario, ante la necesidad de certificar, ya sea para el nivel superior o para el trabajo en aquellos títulos técnicos, es necesaria, por una cuestión legal, una evaluación en escala; por lo que es prioritaria una mayor celeridad y atención. En cuanto al nivel superior, aquellas que se puedan resolver durante este año, cumplirían con lo establecido, pero también este nivel no queda exento de la bianualidad 2020/2021 estipulada.
Entendemos a la educación como un derecho. Un pedido muy especial de los futuros profesores fue que todos los estudiantes y trabajadores de la educación podamos contar con dispositivos y conectividad para poder desarrollar las actividades escolares, pudiendo sostener y garantizar la continuidad pedagógica y la terminalidad.
Para finalizar, la evaluación también es un hecho pedagógico (donde se enseña y se aprende), por lo cual entendemos que debemos desnaturalizar el punitivismo de la misma, sacar angustias e incertidumbres, y, sobre todo, celebrar que la Docencia, el Estudiantado y las Familias estuvimos a la altura del conflicto en una situación verdaderamente límite y extrema. Entendemos, especialmente, que los guardapolvos siguen dignos como marca su historia.
Dr. Carlos Urquiza – Noemí de Iriarte
Prof. en Geografía del ISFD y T N°162 SUTEBA Tornquist