Comunicado del Frente Popular 25 de Febrero:
Y al final, como decía Silvina Ocampo en su EPITAFIO DE UN ÁRBOL: “Tan desatentas fueron las miradas, que no alcanzó ningún hombre en este mundo a enumerar mis hojas y mis cantos. Mi ausencia ahora ocupa mucho espacio. Un vuelo incesante de aves marca el lugar donde falto, que se agranda”.
El arbolito atraviesa tiempos sombríos igual que nosotros. No hace mucho desde aquel día en que nos acercamos con las manos extendidas para entregarlo al Intendente del Distrito de Tornquist como expresión de nuestras ganas de avanzar y de crecer en el debate. Créase o no, él nos representó en sus ramas ese día.
Quisimos hacerlo con amor y entusiasmo, dialogar como hace la gente digna aun cuando deba decir verdades incómodas; no caer en el hábito de la queja, el descontento, y la insatisfacción; usar la palabra como herramienta para nombrar a las cosas por su nombre.
Pero no tuvimos suerte porque triunfó “el no diálogo político” y nos quedamos con las manos extendidas ante una verdadera puesta en escena, donde se desdibujó la palabra, se posó para la foto plantando el árbol sin tenernos en cuenta para la ceremonia y sin asumir el compromiso de cuidar la vida que se estaba sumando a la tierra de una plaza que ya luce desolada como también la Plaza Eva Perón y otros espacios públicos de Sierra de la Ventana, pues sus árboles han sido talados con toda saña.
¿Por qué les importa tanto el arbolito? se preguntarán algunos, en especial aquellos que desdeñan el «pensamiento crítico» porque es un «valor negativo» enseñado en las escuelas nacionales como bien dice el “filósofo” que asesora el cambio.
Y nosotros, desde el Frente Popular “25 de Febrero” afirmamos que nos importa el arbolito porque se constituyó en el símbolo que traza una línea entre la verdad y la mentira de una política comunicacional.
Cuando decidimos recorrer este camino político y cultural lo hicimos con la convicción de que palabra es un valor que nos desafía a trabajar para volver más democrática la cultura y la sociedad; que nos sirve para contar y mostrar la realidad; que nos protege del vaciamiento de las ideas, y, tiene por eso, un sentido crítico y transformador.
Por todo eso y mucho más, nos importa que viva el arbol
FRENTE POPULAR 25 DE FEBRERO