Las cosas se mueven con intensidad en Moscú. Por un lado, lo más inmediato es que hay avanzadas gestiones para que haya otro vuelo de Aerolíneas Argentinas durante el fin de semana. Permitiría seguir avanzando en la vacunación y se sumaría al primero de los dos viajes a China para buscar dos millones de dosis de Sinopharm, un millón en cada vuelo. La llegada de esas cantidades permite incrementar las citaciones de personas mayores de 60 sin enfermedades previas en la Provincia de Buenos Aires y completar la vacunación de personas entre 65 y 69 años en CABA.
La asesora presidencial Cecilia Nicolini también ratificó desde la capital rusa que el acuerdo con el Instituto Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) se extendió a 30 millones de dosis, lo que hace presumir que los vuelos a Moscú serán más continuos en mayo.
Finalmente, también desde Rusia, el dueño del Laboratorio Richmond, Marcelo Figueiras, contó que las vacunas que se fabriquen en la Argentina serán para proveerle al Estado argentino. Es decir que habrá una prioridad para vacunar dentro del país, aunque en la Casa Rosada hablan de compartir dosis con los países vecinos.
Vuelos
En Moscú nadie quiso ratificar la versión de que habrá otro vuelo en los próximos días, pero tampoco hubo un desmentido rotundo. La ministra Carla Vizzotti y la asesora Nicolini nunca informan antes de que todo esté confirmado, pero Página/12 supo que se está preparando un nuevo vuelo. Como siempre las cantidades y la proporción de dosis no se conocen hasta que el avión despegue del aeropuerto de Sheremétievo.
Este miércoles se empezaron a distribuir las dosis 1 que llegaron el lunes pasado y lo que se afirma es que en los próximos vuelos también empezarán a arribar dosis 2. La idea del Ministerio de Salud es seguir sumando personas con una primera inmunización, pero cumplir con el plazo de 84 días entre la aplicación de la dosis 1 y la aplicación de la dosis 2.
Durante el fin de semana saldrá el vuelo de Aerolíneas Argentinas hacia China a buscar un millón de dosis de Sinopharm. Con esas vacunas, la Argentina se acercará a los nueve millones de personas vacunadas con al menos una dosis. Una semana más tarde está prevista la llegada del segundo millón, que es muy posible que se utilice como dosis 2 de las vacunas chinas aplicadas a fines de febrero y principios de marzo.
Vacunación
La distribución de las dosis de Sputnik que llegaron el lunes puso en marcha las siguientes etapas de la vacunación:
*En Provincia de Buenos Aires se intensifican las citaciones para personas mayores de 60 años, sin enfermedades previas. Hasta ahora se habían vacunado mayores de 70 y mayores de 60 con diabetes, problemas cardiovasculares, pulmonares y complicaciones del sistema inmunológico.
*En CABA empezó la vacunación de personas entre 65 y 69 años. El cálculo es que con la próxima remesa de Sinopharm podría completarse la vacunación de todos los inscriptos, de manera que si llega otro avión de Moscú, con dosis 1, esta la posibilidad de empezar a inscribir a personas de 60 a 64. Es posible que eso se haga cerca de fin de mes.
Contratos
Desde Moscú, Nicolini reiteró que la Argentina firmó una extensión del contrato con el RDIF y el Instituto Gamaleya por un total de 30 millones de dosis. El gobierno apostó y acertó con la vacuna Sputnik V cuando se multiplicaban las presiones geopolíticas en contra de cualquier acuerdo con Rusia. Juntos por el Cambio y el establishment mediático hicieron un descomunal lobby por la vacuna de Pfizer pero como se probó en Brasil y ahora en Europa, el laboratorio norteamericano imponía condiciones leoninas, contrarias al derecho argentino. Aún así, se sigue negociando.
Hasta el momento, la Argentina recibió 3.700.000 dosis 1 y 1.060.000 de la dosis 2 de Sputnik. O sea, en total, muy cerca de cinco millones de dosis. El contrato ahora prevé la extensión a 30 millones de ambas dosis, con la promesa de un flujo constante en mayo.
Interrogantes
El acuerdo con el RDIF y el Instituto Gamaleya por 30 millones de dosis mitiga los interrogantes que se siguen planteando alrededor del proyecto de Oxford/AstraZéneca, que prevé la producción de los elementos activos de esa vacuna en Argentina, en el laboratorio mAbxience, y la terminación en el laboratorio Liomont de México.
Este miércoles el diario español El País publicó una larga nota con el asombroso título “la demora de la vacuna latinoamericana de AstraZéneca provoca roces entre los socios de Argentina y México”. Sucede que el texto refleja todo lo contrario, el dueño de mAbxience, Hugo Sigman, desde la Argentina, fue muy elogioso de Liomont y el dueño de Liomont, Alfredo Rimoch, desde México, fue elogioso con mAbxience. El empresario azteca afirmó que ya tienen todos los elementos para terminar las vacunas, que el proceso fue complejo y tanto Sigman como Rimoch dieron a entender que es AstraZéneca quien no informa qué sucede con las 900.000 dosis que están terminadas en Estados Unidos y listas para enviar. Desde Moscú, Nicolini reiteró que las vacunas están en el proceso final de control de calidad y llegarán a Ezeiza próximamente. No se sabe si eso es antes de fin de mes o al principio de mayo. AstraZéneca, en diálogo con la ministra Vizzotti presentó un plan que incluía el envío de 3.500.000 dosis en mayo.
Como es obvio, semejante cantidad de vacunas, entre las Sputnik, las Sinopharm y las Oxford/AstraZéneca permitirían vacunar al 50 por ciento de la población antes de fin de mayo. Con esa proporción de vacunación, el Reino Unido pasó de 1250 muertos por día a 33.
VIDA
El titular del laboratorio Richmond, Marcelo Figueiras, afirmó en Radio con Vos, que “las vacunas que se van a producir en la Argentina, son para el Estado argentino”. Como se sabe, Figueiras puso en marcha el fideicomiso Vacunas de Inmunización para el Desarrollo Argentino (VIDA). El proyecto, que incluye construir una nueva planta en la localidad de Pilar, empezará en junio completando un millón de vacunas Sputnik y tiene como objetivo producir cinco millones de dosis mensuales.
El RDIF anunció que el país es el primero de America Latina en iniciar el camino de la producción de la Sputnik: “Si está todo bien, mientras dure la pandemia, las vacunas serán para el estado argentino. Después veremos de formalizar otros contratos”.
En la Casa Rosada y en el Ministerio de Salud son muy cautelosos con el proyecto porque los controles de calidad y los avatares científicos no deben apresurarse. Es decisivo que el proceso se realice con mucha prolijidad y todas las garantías porque, de lo contrario, se abriría la grieta entre personas que reclamarán la vacuna rusa producida en Rusia como una preferencia ante la Sputnik producida o terminada en la Argentina.
De acuerdo a lo informado desde Moscú, está claro que en toda la primera etapa, el Instituto Gamaleya proveerá el elemento activo, ya centrifugado, y que en el Laboratorio Richmond se descongelará la solución venida desde Rusia, se hará el filtrado y envasado, un proceso que igualmente no es nada sencillo. Poco a poco se irá avanzando en mayores etapas producidas en la Argentina, con un elemento adicional: las vacunas están cambiando a toda velocidad, desde su primera versión a otras más sofisticadas e incluso combinadas con otras vacunas. La transferencia tecnológica en sí misma, de Rusia a la Argentina, es todo un logro.
Por Raúl Kollmann para Página 12