A diferencia de lo que se creía, el interior de la provincia de Buenos Aires tiene su capacidad sanitaria en rojo, con camas al 100%. En lo que va del mes ya casi se cuadruplicaron los traslados de pacientes realizados en comparación con abril de 2020
Nueve distritos que no forman parte del conurbano bonaerense vieron crecer de manera sostenida y dramática las internaciones en terapia intensiva por casos graves de COVID-19 los últimos seis días. Tres de ellos ya no tienen ni una sola cama disponible. Los otros cuatro están pintados en color naranja, según los cuadros de seguimiento que realiza el Ministerio de Salud, a cargo de Daniel Gollan.
Las localidades de Balcarce, Coronel de Marina Leonardo Rosales y Suipacha están con su capacidad de internación desbordada, es decir al 100%, y esperan las derivaciones de pacientes con menores complicaciones.
En San Antonio de Areco, la ocupación trepó al 85,7% y el ascenso fue abrupto. El 16 de abril pasado su capacidad de camas de alta complejidad apenas era del 42,9%. Pero la situación de desborde que viven hospitales cercanos, como los de Merlo, General Rodríguez, Ituzaingó o Tigre, que de una ocupación del 75,6% pasaron al 92,7%, entre otros, hizo que la curva de internación pasara de color amarillo a naranja intenso y esté al borde del colapso.
Por decisión de las autoridades sanitarias, los hospitales que tienen la capacidad de plazas de alta complejidad al 80% deben derivar a los pacientes que ya están estabilizados a instituciones con camas disponibles. Esa situación devino en “un récord de derivaciones hospitalarias para evitar el colapso sanitario”, según le reveló un colaborador de Gollan a Infobae.
El operativo no es sencillo, los traslados pueden derivar de 10 a 15 horas.
Según ese dramático panorama, “en lo que va del mes de abril ya casi se cuadruplican los traslados de pacientes realizados en comparación con abril de 2020, para garantizar la disponibilidad de camas críticas en el territorio bonaerense”.
De esta manera, cuando un centro médico está con riesgo de completar sus camas de internación críticas, los directores médicos se comunican con la la Unidad de Gestión Centralizada de Camas y Derivaciones (UGCC), diseñada por el Ministerio de Salud, y por medio de ella se traslada a los pacientes que ya están estabilizados hacia otra terapia intensiva con mayor disponibilidad.
“Apuntamos a tener camas operativas de cuidados críticos apelando al carácter interrelacionado del sistema sanitario, y garantizar un flujo interno de pacientes para liberar las guardias hospitalarias”, explicaron desde la cartera de Gollan.
Los números hablan por sí solos y demuestran la crítica situación por la que pasa el sistema sanitario tanto público como privado de la provincia de Buenos Aires.
En los primeros 26 días de abril, ya se realizaron 1.940 derivaciones de pacientes de establecimientos sanitarios públicos y privados a otras localidades. De esta manera, podría cuadruplicar las 538 realizadas en abril de 2020 cuando comenzó la pandemia.
Según las estadísticas del Ministerio de Salud de este año, en enero se registraron 1.664 derivaciones totales, en febrero bajaron a 1.423; y en marzo comenzaron a subir alcanzando los 1.744 traslados. Luego, el abrupto crecimiento en la curva de contagios y la circulación de nuevas variantes del virus que, dada su evolución y agresividad, hace que personas más jóvenes requieran internación, motivaron que, según los datos registrados hasta ayer, 1.940 pacientes fueran derivados en abril.
Esto hace un total de 6.691 derivaciones de un hospital o una clínica privada hacia otra institución. Hasta el momento la provincia puede absorber su propia demanda de camas por internaciones graves. No como ocurre en Entre Ríos, que los pacientes son derivados a provincias más cercanas, como Santa Fe.
La ocupación de camas de terapia intensiva “se convirtió en uno de los puntos más críticos en el manejo de esta segunda ola de la pandemia. Particularmente la ciudad de Paraná”, reconoció ayer la ministra de salud entrerriana, Sonia Velázquez.
Los otros distritos complicados
Los municipios de Trenque Lauquen, Benito Juárez, Tornquist y Maipú tienen sus terapias al borde del colapso. Las ocupaciones de sus camas de UTI oscilan entre el 80% y casi el 86%. Por esa razónm desde esas instituciones públicas o privadas, los pacientes con menores complicaciones generadas por el COVID-19 son derivados, por ejemplo, a Maipú o Mercedes, donde el nivel de internaciones es del 75,0% y del 72,4%, respectivamente.
Ambos distritos estaban con sus terapias en niveles muy bajos de requerimiento. Por ejemplo, en Maipú, el 16 de abril estaban ocupadas apenas el 25% de sus camas UTI. Pero por las derivaciones saltó del 50% el 19 de abril al actual 75%.
“El sistema tiene un límite”, recuerdan desde la cartera de Gollan a este medio, y señalan que la “cantidad de pacientes aumenta en la medida en que suben los casos de coronavirus”. Esa es una de las razones por las cuales el ministro de Salud del gobernador Axel Kicillof solicitó “un cierre estricto por al menos 15 días. Desde el punto de vista sanitario y epidemiológico, estamos en una situación crítica y necesitamos una medida drástica. Estamos viendo que si no se toman decisiones firmes y no se avanza en la vacunación, la imagen va a ser saturación completa del sistema”, afirmó Gollan.
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