Desde la organización gremial exhortaron a las autoridades del Gobierno porteño a que se «suspenda provisoriamente el dictado de clases presenciales», ante «el crecimiento exponencial de casos de coronavirus».
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), el sindicato docente con más afiliados de la ciudad de Buenos Aires, reclamó al Gobierno porteño que «ante el crecimiento exponencial de casos» de coronavirus «suspenda provisoriamente el dictado de clases presenciales».
«Al día de hoy, con todos los semáforos en rojo, con el sistema de salud privado colapsado, con el hospital de nuestra propia obra social al límite de sus posibilidades de atención, pedimos que se restrinja la circulación de la cantidad de chicos, chicas y familias que transitan diariamente la ciudad para llegar a las escuelas», planteó la secretaria de Comunicación del gremio, Paula Galignana, en declaraciones a El Destape radio.
Desde la organización gremial argumentaron que «con el nivel de contagios que hay, por arriba de 2000 diarios (en la Ciudad), es imposible detectar a dónde cada uno fue contagiándose el virus, y la realidad es que si se contagió en el transporte público, yendo a la escuela, o adentro de la burbuja, es exactamente lo mismo, porque la circulación del virus sigue multiplicándose».
Ante el previsible colapso de los Hospitales y Sanatorios porteños reiteramos al Jefe de Gobierno.
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— UTE (@utectera) April 11, 2021
Galignana subrayó que en la Ciudad «hay docentes fallecidos, hay auxiliares (de escuela) fallecidos, que son los que lamentablemente han tenido más pérdidas», y además consignó que en el distrito ya han sido detectados «arriba de 1500 docentes» como Covid positivo, y que hace unos días, «previo a que comience este aumento exponencial de casos», el número ya era de «1215».
«Ni los chicos ni los docentes se teletransportan dentro de la burbuja, sino que circulan por la ciudad de Buenos Aires, y tienen contacto con sus padres, que también trabajan, con sus madres, que también trabajan, con personas de riesgo»
PAULA GALIGNANA, UTE-CTERA
Desde UTE-Ctera también advirtieron que los protocolos de prevención de contagios en muchos casos son insuficientes o no se cumplen correctamente y asimismo denunciaron que directores y directoras de escuelas porteñas están recibiendo «muchas presiones para ocultar datos, para no cerrar, para minimizar la cantidad de burbujas que se afectan por una determinada situación», según alertó Galignana en diálogo con Télam.
«En la última semana, hay 494 burbujas afectadas (en las escuelas del distrito porteño). Cada burbuja es, generalmente, medio grado, pero según las circunstancias, según las escuelas, porque hay edificios escolares en los que los grados se han tenido que organizar tres, o incluso más burbujas», detalló a esta agencia la representante sindical.
Sobre el vínculo con el Gobierno de la Ciudad, Galignana dijo que hace una semana UTE-Ctera presentó a la cartera de Educación porteña un informe en el que transmitieron «todas las preocupaciones» más el resultado de «relevamientos» realizados «escuela por escuela».
«Tenemos reuniones pero hay poco diálogo. Y no tenemos mucha respuesta. Incluso la semana pasada elevamos una nota directamente al jefe de gobierno (Horacio Rodríguez Larreta) para que nos reciba él, para que dé respuesta sobre alguna de las cuestiones que planteamos», remarcó la vocera del sindicato.
«De esas 33.000 vacunas que el gobierno nacional había definido que eran para vacunar a docentes, el gobierno de la Ciudad desvió para otros fines 17.000 y sólo se aplicaron a docentes, 13.000»
Por último, desde UTE-Ctera exigieron que el gobierno porteño continúe con el testeo masivo y el plan de vacunación específico para docentes.
«Lo venimos planteando -recordó Galignana- desde el momento en que se desviaron la mitad de las 33.000 vacunas para otros destinos, porque de esas 33.000 vacunas que el gobierno nacional había definido que eran para vacunar a docentes, el gobierno de la ciudad desvió para otros fines 17.000 y sólo se aplicaron (a docentes) 13.000».
«Esas 17.000 no las aplicó y las entregó a obras sociales o a otros grupos, se aplicaron 13.000 y ahí quedó frenada la vacunación docente», puntualizó la representante de UTE-Ctera.