La tragedia cotidiana que nos azota a todos los habitantes, pandemia permanente desde hace muchos años, con la pérdida en siniestros viales de unas 20 vidas cada día durante las últimas décadas, se hace patente cotidianamente en tragedias como la muerte de los jóvenes en Tigre, y en la Panamericana, o la del Ministro de Transporte de la Nación Mario Meoni.
Daría la impresión que en Argentina nadie puede escapar de ser una víctima más de estos siniestros, mientras que otros países disminuyen significativamente sus muertos en el tránsito.
¿Pero, por qué en Argentina no logramos disminuir los muertos en calles y rutas?
El Estado Argentino asumió un nuevo compromiso internacional ante la ONU (2021/2030) -como la mayoría de los estados del mundo- de disminuir durante este Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, el número de muertos en un 50%.
El Plan Mundial propuesto ahora por las Naciones Unidas es inequívoco en plantear cuáles son las Metas de Acción para lograr esta reducción:
Y destaca:
El uso permanente y generalizado de los cascos en ciclomotores, motocicletas y bicicletas.
El uso permanente y generalizado de los cinturones de seguridad y sistemas de retención infantil en los demás vehículos automotores.
El cumplimiento de los límites de velocidad, y también su reducción, en particular a 30 km/h en calles.
Evitar el consumo de alcohol y/o drogas al volante.
Evitar el uso del celular al volante.
Otorgamiento generalizado de la prioridad a los peatones.
Para lograrlo, resulta indispensable:
Generalizar los controles eficaces en calles y rutas con sanciones efectivas a los infractores.
Implementar la educación vial sistemática y continua en escuelas primarias y secundarias, capacitando a los docentes.
Lograr la unificación nacional de un sistema de otorgamiento serio y responsable de las licencias de conducir, que incluya la licencia por puntos y capacitación a todos los conductores.
Incorporar a nuestro Código Penal los Delitos contra la Seguridad Vial, para imponer penas de prisión para los transgresores muy graves.
Entre las Metas, también hay importantes tareas para profundizar:
Lograr vías de tránsito más seguras por medio del mejoramiento de la infraestructura vial para la seguridad vial de todos los usuarios, en especial, los más vulnerables: peatones, ciclistas y motociclistas, población con creciente y mortal siniestralidad.
Vehículos más seguros avanzando en la obligatoriedad legal de la inclusión, en cada tipo de vehículos, de las nuevas tecnologías de seguridad pasiva y activa para la reducción de siniestros, como en los países más exitosos en seguridad vial.
Las autoridades de todo el país tienen que asumir su insoslayable responsabilidad para lograr estos cambios urgentes e imprescindibles, mientras que cada uno de nosotros tenemos que mejorar conductas en el tránsito, no asumiendo riesgos innecesarios, para lograr salvar las 20 vidas que se pierden todos los días, en lugar de ser un nombre más en la lista interminable de las víctimas.
Dr. Alberto Silveira, Presidente