La cartera agropecuaria nacional avanza con el trabajo y la implementación de medidas para el fomento de un sector económico, que viene transitando un crecimiento constante a nivel mundial y que representa una importante alternativa de generación de recursos, capaz de impulsar el desarrollo productivo y contribuir a la seguridad alimentaria desde el paradigma de la sustentabilidad.
En el 2020, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, junto al subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman, tomaron la decisión política y estratégica de darle jerarquía a la Acuicultura argentina, no sólo a través de la creación de una Dirección Nacional específica para el sector, sino también por medio del impulso de un conjunto de medidas, que evidencian la importancia de una actividad que se presenta hoy como una herramienta de reactivación económica, con grandes perspectivas de crecimiento tanto a nivel local como internacional.
La producción acuícola crece constantemente desde hace varios años, acompañando el incremento de la población mundial estimado para el 2050 en 9.700 millones de personas. Dicho sector ya alcanzó y superó en un 53% a la Pesca extractiva y de captura, como fuente de proteínas acuáticas de consumo humano. Es decir, que más de la mitad de lo consumido en el planeta proviene de la Acuicultura y no de la Pesca, situación que deja ver el alto nivel de complementariedad que existe entre ambos sectores, en el diseño del futuro alimentario.
«En Argentina, la promoción de las actividades acuícolas se aborda desde el paradigma de la sustentabilidad, es decir, aquel caracterizado por la sostenibilidad económica de los proyectos, la solidaridad con el ambiente y la responsabilidad social en su diseño y ejecución.
Desde el inicio de la gestión, trabajamos fuertemente a través de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura para construir y consolidar un mapa productivo, integrando la visión y perspectiva de desarrollo de los productores, e incorporando el enfoque de las Provincias, principales protagonistas en materia de recursos y estrategia local. Tenemos una visión política y social del sector, dónde prevalece el valor ecosistémico como base de desarrollo» expresó el primer director nacional de Acuicultura de la Argentina, Guillermo Abdala Bertiche.
En la misma dirección planteada, y en un trabajo conjunto con el Ministerio de Economía de la Nación, se logró reducir a 0% los derechos de exportación para los distintos productos del sector acuícola, con la idea de promover la diferenciación, el agregado de valor y el trabajo local, en sintonía con el diseño de la política pesquera, también impulsada por Liberman.
En otro orden, en el marco del Régimen de Fomento y Desarrollo de la Acuicultura, establecido por la Ley 27.231, y enfocado al financiamiento de proyectos productivos como actividad comercial, se creó el Fondo Nacional de la Acuicultura (FONAC), con el objetivo político y estratégico de incrementar la capacidad de desarrollo sectorial de manera sustentable en todo el País.
En paralelo se busca también promover la investigación científico-tecnológica, a través del Centro Nacional de Desarrollo Acuícola, del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) y de distintas instituciones como la Universidad de Buenos Aires (UBA), el INVAP, la UTN, la REFACUA, FAO y el CONICET, con el apoyo a proyectos de investigación aplicada y por medio de la implementación y el afianzamiento de redes de transferencia de conocimiento, entre pares nacionales e internacionales.
Actualmente también se trabaja y se avanza sobre la base del Registro Nacional de Establecimientos Acuícolas (RENACUA), junto al Sistema Nacional de Estadísticas Acuícolas (SINEA), para estructurar y consolidar un sistema integrado de información, con datos certeros sobre producción, comercialización y consumo, que permitirá incorporar a todos los actores de la cadena sectorial.
En ese marco, el sector de nuestro país, que presentó una tendencia decreciente en su producción hasta el 2019, actualmente se ubica alrededor de las 2.600 toneladas, con el cultivo de unas 13 especies (peces, bivalvos y otros), entre las que sobresalen la Trucha y el Pacú, con el 50% del total producido.
También, dado el abanico de posibilidades que se abren en la Acuicultura, basta con mencionar la Vieira, que aún no se cultiva a escala en Argentina, como ejemplo de un producto que ofrece grandes oportunidades a mediano plazo, y tiene un valor comercial superior a los U$10.000 por Tn. También se encuentran los Mejillones, las Ostras, o la producción de Erizos, entre otros cultivos en desarrollo local que se impulsarán muy pronto.
«Para estas especies se diseñarán distintos estudios orientados a incrementar su capacidad sustentable, a la vez que será apoyados mediante financiamiento aplicado desde el Fondo Nacional. Sin dudas es un sector donde todavía está todo por hacerse y puede abrir un horizonte económico dónde trabajar fuertemente para que nuevas inversiones privadas se sumen a este desafío», destaca Guillermo Abdala, al tiempo que agregó «Se consolida así la iniciativa de poner a disposición equipos profesionales multidisciplinarios que pueden encarar la necesidad del sector, acompañando la iniciativa privada en sus etapas iniciales de crecimiento.
Finalmente el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman concluyó: «de esta manera, además de posicionar a la Acuicultura como una herramienta de reactivación económica, desde la gestión nacional buscamos objetivos de crecimiento sectorial que se complementen desde el sector pesquero. Sabemos que es acompañados por ellos que vamos a lograr ubicar nuestros productos en el mundo. Así, y fomentando el desarrollo de emprendimientos que impacten en la reducción de la pobreza y en la seguridad alimentaria, podemos diversificar las actividades de las poblaciones rurales, orientándolas hacia esta actividad que en el mundo es protagonista.
En paralelo, y como parte de una estrategia nacional, trabajamos con un doble objetivo: al tener la capacidad de formular nuevos productos para los mercados internacionales, con valores promedio superiores a los 10.000 Dólares la tonelada, estamos alineando el futuro de la generación de proteínas de calidad y, ofreciendo a la vez, la posibilidad de contar con una nueva fuente de divisas genuinas para la Nación.
En eso, hoy ya son más de la mitad las provincias que nos están acompañando con la adhesión a la Ley nacional de desarrollo sustentable del sector acuícola. Eso es confianza e inversión en el futuro económico-productivo del sector de la Pesca y la Acuicultura».