Durante nuestro programa «Tiempo Educativo», estuvimos en contacto con la Licenciada Marcela Rey, Nutricionista de Sierra de la Ventana. En esta nota, Marcela desarrolla el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal y Alimentación Saludable. Además, conversa sobre las tendencias de alimentación que tenemos al momento de encontrarnos de vacaciones.
«Es verdad que nuestra cabeza en los momentos de descanso funciona diferente, nos permitimos cosas, y como nos sentimos cansados del trabajo, creemos que nos hace bien recompensarlo con cosas que nos dan placer, y la alimentación es placentera» explicó Marcela cómo tendemos a relajarnos en épocas de vacaciones. Además aclaró que el problema no es que busquemos el placer a través de la comida, sino que lo busquemos a través de comidas llenas de calorías, de grasas y de azúcares. «Es algo que lo podemos manejar mentalmente con el tema de las porciones y la frecuencia» aconsejó.
Marcela se tomó el tiempo de explicar el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal. «Abarca la alimentación saludable, también. Parte de esta ley habla del etiquetado. Cuando vamos a los alimentos envasados, la información nutricional está a la espalda del envase y en una letra pequeña. Lo que propone la ley, es que estos alimentos procesados tengan la información en el frente. Además debería decir si tiene exceso de algo. Entonces, uno a simple vista se da cuenta si el alimento que encuentra en la góndola es el que está buscando» explicó la licenciada.
Aprobándose la ley, no sólo que le evita al consumidor tener que leer toda una información nutricional para saber lo que contiene un alimento sino que también le da la opción al mismo de elegir si quiere consumirlo o no. «Todos tenemos derecho al conocimiento y a la capacidad de elegir de forma libre» expresó la licenciada refiriéndose al beneficio que nos traería que esta ley sea aprobada. Además, la ley promovería una alimentación saludable ya que los consumidores podrán visualizar a simple vista si los alimentos producen exceso de elementos que se tornan no saludables.
Con este etiquetado frontal, se pierde la falsa publicidad. Ya que, aquellos alimentos que no sean saludables y estén etiquetados con advertencias, no podrán ser vendidos como algo que no es, ni tampoco utilizar figuras públicas para promocionarlo.
La referencia que utiliza Marcela para explicar lo que sucederá con el etiquetado son las tabacaleras. Todos los paquetes de cigarrillos le advierten al consumidor que lo que están comprando es un producto que atenta contra su salud. A partir de ahí, es la persona quien elige si consumirlo o no, pero siempre son conscientes de que el producto no es beneficioso para la salud por diferentes razones. Ocurrirá lo mismo con los alimentos etiquetados frontalmente.
Finalmente, la licenciada estuvo conversando acerca su vida personal y su carrera. «Esta fue mi segunda elección, cuando terminé el secundario estudié Educación Física. A los 8 años de haber egresado, entré a la Universidad de Buenos Aires a estudiar la Licenciatura en Nutrición. Cuando dí la última materia, me vine a Sierra de la Ventana a trabajar de forma inmediata».