El Consejo Federal de Salud (Cofesa), donde se nuclean todos los ministros de Salud de la Argentina, resolvió este tarde que mañana comience, en todo el país, la vacunación de los adolescentes con comorbilidades que tienen entre 12 y 17 años.
Según los datos que tienen en el Ministerio de Salud, el total de chicos en esa franja está cerca de los 900.000, y esperan vacunarlos en un plazo muy corto. Todos serán inoculados con las dosis de Moderna, que fueron donadas por Estados Unidos.
Ya están asignados los turnos y están las dosis disponibles. Se reservaron 1.800.000 dosis, de un total de 3.500.000 que tiene el gobierno nacional, para completar el esquema de vacunación con un intervalo de 28 días.
En la provincia de Buenos Aires se otorgaron 100.000 turnos y se dispondrán 153 vacunatorios para las aplicaciones. Hasta el momento hay inscriptos 117.460 jóvenes con comorbilidades y 559.887 sin ningún tipo de enfermedad prexistente. Hay un total de 677.347 inscriptos.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se dieron 9400 turnos para vacunarse, a partir de mañana a las 9, en cuatro centros: La Rural, el club San Lorenzo, Costa Salguero y Parque Roca.
Los criterios de inclusión fueron consensuados por todos los ministros en las últimas reuniones y tuvieron el aval de especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la recomendación formal de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN).
Las comorbilidades que se definieron para seleccionar a los jóvenes que se vacunarán son: Diabetes tipo 1 o 2, obesidad grado 2 (IMC > 35; puntaje Z ≥ 2) y grado 3 (IMC > 40; puntaje Z ≥ 3), enfermedad cardiovascular crónica: insuficiencia cardíaca, enfermedad coronaria, valvulopatías, miocardiopatías, hipertensión pulmonar. También cardiopatías congénitas con insuficiencia cardíaca y/o cianóticas no corregidas.
Además, podrán vacunarse aquellos adolescentes que sufran desnutrición grave (puntaje Z < -3), enfermedad renal crónica (incluidos pacientes en diálisis crónica), síndrome nefrótico, enfermedad respiratoria crónica: fibrosis quística, enfermedad intersticial pulmonar, asma grave. También aquellos que requieran de oxígeno terapia o tengan una enfermedad grave de la vía aérea.
En esa lista de agregan los chicos que están hospitalizados por asma y los que padecen enfermedades neuromusculares con compromiso respiratorio. También los que tengan enfermedades hepáticas como la cirrosis y los que viven con VIH independientemente del CD4 y CV.
Estarán habilitados para vacunarse los pacientes en lista de espera para trasplante de órganos sólidos y trasplantados de órganos sólidos, los pacientes con trasplante de células hematopoyéticas y los pacientes oncológicos y oncohematológicos con diagnóstico reciente o “activa”.
También las personas con tuberculosis activa, con discapacidad intelectual y del desarrollo, síndrome de Down, con enfermedades autoinmunes y/o tratamientos inmunosupresores, inmunomoduladores o biológicos y con inmunodeficiencias primarias.
Finalmente, en el listado ingresan las personas gestantes de 12 a 17 años, en cualquier trimestre del embarazo, previa evaluación de riesgo/beneficio individual, los adolescentes que viven en lugares de larga estancia, las personas de 12 a 17 años con carnet único de discapacidad (CUD) vigente y personas de 12 a 17 años con pensión no contributiva con Certificado Médico Obligatorio.
La vacunación de los jóvenes es uno de los tres objetivos que tiene el Gobierno para garantizar la vacunación durante la campaña electoral. Tiene que ver con un plan de acción estipulado desde el Ministerio de Salud para completar esquemas de vacunación en los próximos dos meses y generar una barrera más fuerte frente a la irrupción masiva de la variante Delta.
Otro de los temas que se trató durante la reunión de Cofesa fue el avance de la aplicación de las segundas dosis durante el mes de agosto. Es otro de los objetivos centrales del gobierno nacional en materia sanitaria. Aspiran a completar el esquema de vacunación del 90% de los mayores de 60 años en las próximas cuatro semanas.
La estrategia de las autoridades sanitarias tiene que ver con avanzar con rapidez en la aplicación de segundas dosis, para poder evitar que la cepa Delta impacte con fuerza y aumente el nivel de internaciones, y la tasa de mortalidad.
Todas las dosis de la vacunas Sinopharm y AstraZeneca que ingresen a partir de ahora, serán destinadas a segundas dosis. El problema central es conseguir las segundas dosis de Sputnik V. Para eso se avanza en las gestiones con el Instituto Gamaleya. En los próximos días podría llegar un cargamento al país.
Además, esperan el avance de la producción en el laboratorio Richmond y el estudio para combinar vacunas. En el primer caso ya hay 1.200.000 dosis, producidas por la empresa argentina, que están almacenadas en un centro logístico y deben ser aprobadas por Rusia.
Richmond podría generar un millón más durante agosto pero su entrega siempre está atada a la autorización del Instituto Gamaleya. Lo que pueda producir el laboratorio que conduce Marcelo Figueiras es clave para que el Gobierno pueda contar con un volumen de segundas dosis de Sputnik V que le permita cerrar el esquema de más de 3 millones de personas.