El Gobierno nacional avanza en forma sostenida con la transformación en autopista del Paso Urbano de Bahía Blanca, proyecto que abarca kilómetros de las rutas nacionales 3 y 33 en el suroeste de la ciudad.
La construcción de la nueva autopista presenta en la actualidad un avance global superior al 25 por ciento y es financiada por el Ministerio de Obras Públicas, a través de Vialidad Nacional, a partir de una inversión superior a los $9.300 millones.
El proyecto incluye la construcción de once puentes, nueve pasarelas peatonales y una nueva rotonda, así como la instalación de 1.500 luminarias y 12.000 árboles y arbustos que mejorarán la inserción de la nueva infraestructura vial con el medioambiente.
Esta semana, Vialidad Nacional continúa avanzando con la instalación de dinteles, vigas de vinculación y columnas de hormigón que sostendrán los distintos intercambiadores de la nueva autopista.
Del mismo modo, continúa la conformación de muros de tierra armada y la posterior colocación de escamas, al tiempo que se desarrolla la reubicación de la cañería de gas natural y los cañeros eléctricos de la avenida Sesquicentenario.
“Este proyecto de infraestructura vial posiblemente sea el de mayor impacto social y económico que desde Vialidad Nacional tenemos en marcha en todo el país”, manifestó Gustavo Arrieta, administrador general del organismo.
“Esta nueva autopista, que consolidará la red de accesos a la ciudad, no solo genera mejoras para las personas usuarias, las vecinas y vecinos de Bahía Blanca, sino que también genera un fuerte incentivo para la producción local y el sector exportador», añadió.
El Paso Urbano de Bahía Blanca mejorará las condiciones de circulación de más de
20.000 personas que utilizan la red de accesos bahiense y reducirá los costos logísticos de una región que alberga el puerto de aguas profundas más importante del país.