Una gran persona y precursora del turismo en Saldungaray y la comarca, maestra, educadora e incansable trabajadora por su comunidad. Se fue un baluarte indiscutible dentro de la docencia y la historia de la localidad y quisimos recordarla con testimonios de quienes vivieron momentos especiales junto a ella y llevaran a Chichita con recuerdos imborrables.
«Si hay alguna manera de declararla ciudadana ilustre del partido de Tornquist, ella lo merece más que nadie»
Conversamos con Andrea Benitez, ex vecina, alumna y compañera de Chichita, quien la recuerda con mucho cariño y alegría.
De espaldas, Chichita y sus Patrulleros en el lugar histórico Fortín Pavón.
«Yo vivía a una cuadra, con mi prima nos encantaba robarle flores y un día, de repente, se nos apareció por la puertita» mencionó entre risas Andrea cómo conoció a Chichita en Saldungaray. También mencionó que Chichita fue su maestra en séptimo grado. «Ella le daba mucho a los chicos, el hacer nosotros. Comencé a conducir actos escolares y luego, continué en el secundario. Y si alguien le va perdiendo el miedo al micrófono, es porque hay un apoyo». Posteriormente, Andrea se reencontró con Chichita como compañera de trabajo luego de estudiar magisterio.
«Ella lo que quería era enseñarle al pueblo lo importante que era atender bien al turista y tener el pueblo limpio» describió Andrea el trabajo de Chichita cuando se inauguró la «patrulla blanca». «Siempre tuvo una gran devoción por los chicos» expresó la entrevistada.
Andrea también estuvo hablando del paso político de Chichita. «Nos pareció oportuno presentarla como candidata en el comité en la lista 3, y si bien no era afiliada radical, siempre fue muy simpatizante del radicalismo». Andrea recuerda que Chichita podía tener favoritismos, pero que siempre ha sido muy respetuosa con aquellas personas que tenían diferentes ideologías. «Después de los resultados de las elecciones, acá perdimos. Ella dijo: ‘si yo pierdo en Saldungaray, es porque el pueblo no me quiere’ y renunció a la banca».
«Creo que vale la pena que, si hay alguna manera de declararla ciudadana ilustre del partido de Tornquist, ella lo merece más que nadie» expresó Andrea finalmente para cerrar la nota.
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«El regalo que ella nos dejó es muy importante. Cada rincón turístico de Saldungaray y de la comarca recuerda a Chichita»
Lita Gomez, ex alumna de Chichita Torelli y empleada de la oficina de turismo de Saldungaray, también es parte del homenaje para recordar a la destacada vecina de Saldungaray.
«Ella logró trasmitir, con este grupo Patrulla Blanca y Vanguardia, todos los valores por el pueblo. También ella investigó todo sobre Salamone, el Fortín Pavón, siempre tan detallista» la recordó alegremente.
Antes de que se creara la oficina de turismo en 1996, Chichita se dedicaba a entregar folletos en la «Confitería de Pichu», dando los primeros informes turísticos donde paraba el colectivo. «Eso lo hacía porque era ella, se ofrecía, siempre pensando en el otro y en los chicos».
Lita y Chichita junto al historiador Eduardo Lázari en una de sus visitas a Saldungaray.
Lita fue alumna de Chichita de séptimo grado y de primer año en el Fortín Pavón. «El recuerdo que tengo de ella como maestra es la seguridad que te daba siempre. Evaluaba siempre las necesidades o las dificultades de cada alumno, siempre tan justa y correcta».
Le preguntamos a Lita, cuál sería el homenaje justo que merece Chichita y estuvo de acuerdo con que el correcto sería ponerle su nombre a la oficina de turismo de Saldungaray. «El regalo que ella nos dejó es muy importante. Cada rincón turístico de Saldungaray y de la comarca recuerda a Chichita».
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«La Patrulla Blanca» ; un proyecto educativo, turístico y de arraigo creado por María Clotilde Torelli.
«Nadie miraba el turismo, ella miró el turismo. Ella puso la bandera y dijo: ‘este pueblo tiene potencial turístico»
Franco Etcheber, ex alumno e integrante de la Patrulla Blanca y la Patrulla de Vanguardia, se suma al homenaje que le realizamos a Chichita Torelli, vecina destacada de Saldungaray, luego de su partida.
Franco, Andrea en un homenaje a Chichita durante la celebración del Fortín Pavón.
«Curiosamente, tengo la característica que mi hermano mayor, Ezequiel, dio inicio a la Patrulla Blanca, y yo con mis compañeros la cerramos con la Vanguardia. Podemos dar cuenta de todo el proceso de creación de este espacio donde se difundía la cultura del pueblo pero, a su vez, otros valores como el cuidado de la naturaleza, con una perspectiva de guía turísticos en adolescentes» desarrolló Franco un poco de qué se trataba esta Patrulla creada por la docente, Chichita.
Para entrar a la Patrulla Blanca, había una especie de régimen de asistencias y compromiso que, si no se cumplía, los chicos no podían permanecer. «De manera lúdica, aprendíamos historias y cosas y por eso creo que todos lo consideramos con cariño». Franco mencionó que, así como Chichita creó el espacio, también se trabajó en él la disciplina: «Tiene mucho que ver con su capacidad de creación. Pero nos quedan buenas anécdotas» expresó.
«Ella era muy perfeccionista, sobre todo con lo que se dice en el habla» recordó Franco la personalidad de la docente.
También a Franco le comentamos la idea de ponerle el nombre de Chichita a la oficina de turismo de Saldungaray. «Me parece que si porque cuando nadie miraba el turismo, ella miró el turismo. Ella puso la bandera y dijo: ‘este pueblo tiene potencial turístico’. Me parece hasta lógico. Eso, o algún museo en alusión» propuso.
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