Este conflicto es un resabio de la llamada guerra fría. Por lo tanto no es un hecho aislado y considerarlo de ese modo constituye un error y un desconocimiento histórico.
Ante el pedido de membresía de Ucrania a la OTAN y a la CEE (Comunidad Económica Europea), Rusia reacciona enviando 127000 soldados a la frontera con Ucrania, pone en alerta la flota del Mar Negro, dijo «ejercicios».
Noruega detectó parte de la flota del Báltico que pasaba por el Mar del Norte hacia la zona del conflicto y en esta semana empezaron los «ejercicios» aéreos entre Rusia y Bielorusia, con los aviones de 5ta generación SU-35S en una demostración de fuerza, que podría dejar a Putin en una situación sin retorno. Los funcionarios más duros de su gobierno piden la invasión, cosa que si Occidente no sede a los pedidos de Rusia, Putin no tendría otro remedio que invadir Ucrania, caso contrario se debilitaria internamente.
Lo descripto resulta de una interpretación diferente al analizar la historia reciente, desde 1991, cuando se disuelve la URSS.
Desde la disolución de la Unión Soviética y del Pacto de Varsovia, muchos de esos países pidieron la Membresia de la OTAN. Algunos ya fueron aceptados y otros están pendiente de aprobación o tienen fecha para incorporarse en esta década.
Esto llevo a que haya bases de la OTAN a 200 Km de la frontera de Rusia, convirtiéndose en un riesgo para la seguridad de dicho País.
Así vemos como los países Bálticos: Estonia, Letonia y Lituania hoy son parte de la OTAN con bases en sus territorios. Los 2 primeros comparten frontera con Rusia, pero no sólo eso, sino que controlan desde ese lugar, todos los movimientos de la Armada Rusa en el Mar Báltico y su paso al mar del Norte.
Al sur de estos Países esta Ucrania, que si la OTAN pusiera bases en dicho país, más las bases que ya tiene en Turquía, controlaría a la Armada Rusa acantonada en el Mar Negro y en el Mar de Azov. Aparte tengamos en cuenta que un tercio del gas que Rusia le vende a Europa, pasa por territorio Ucraniano.
Si nos vamos para el Este entre Europa Oriental y Asia occidental (entre el Mar Negro y el Caspio), está la zona del Cáucaso donde Georgia, ex territorio de la URSS, también pidió Membresía a la OTAN y tiene fecha para incorporarse en el 2026.
La OTAN prácticamente quedaría con bases en toda la frontera Rusa con Europa, desde el Báltico hasta el Caspio y estratégicamente Rusia queda en estado de debilidad.
Ante este avance de la OTAN, Rusia viene reaccionando en el Cáucaso apoyando a los separatistas pro Rusos en Abjasia y Osetia del Sur, territorio reclamado por Georgia y también la península de Crimea, después del triunfo de los separatistas de Ucrania se anexaron a Rusia como República de Crimea y la Federación Rusa instaló una base en Sebastopol.
Esta península que el imperio Ruso ocupó en 1783 y permaneció bajo su poder, hasta que Nikita kruschev Primer ministro y Pte del PC de la URSS en 1954 se la devolvió a la República socialista Soviética de Ucrania, quedando en su órbita después de la disolución de la Unión Soviética.
Al tomar todo el contexto histórico, que lleva a considerar que la OTAN se sienta en condiciones de ejercer el rol de gendarme del Mundo y que Rusia niega de plano esa supremacía, ya que en el siglo XXI las bases fijas son más costosas y un blanco más fácil para sus misiles hipersónicos Zircon, que desde un submarino puede alcanzar cualquier lugar y son prácticamente indetectables para los radares de OTAN, resulta que este enfrentamiento pone en riesgo la paz del mundo.
Más allá del rol errático que a tenido y tiene la OTAN en estos tiempos, la tradición Argentina ha sido la neutralidad, ora por pertenecer a los países no alineados, o bien por su prédica por la paz, esto no significa que el racconto sobre el conflicto en ciernes, no imposibilite una visión de política internacional, aún cuando sea para consumo interno, aún teniendo presente nuestros intereses económicos enrolados en cualquiera de los bandos en disputa, nos obliga a trabajar junto al resto de las naciones por el diálogo y la desmilitarización de la zona. Un futuro acuerdo tiene que incluir toda la frontera Rusa, desde el Báltico hasta el Cáucaso pasando por Ucrania.
Trabajar para la paz tendría que ser el objetivo de la mayoría de las naciones.
FABIO ABRAHAM Ex Secretario de Gobierno
Concejal (MC)
Lomas de Zamora
fabioabraham@hotmail.com.ar