«Yo estuve viajando bastante los últimos 4 o 5 años, con muchas oportunidades de participar de la industria de la gastronomía en Nueva Zelanda, Australia y Dinamarca, y pude ir aprendiendo mucho, empapándome de muchas tendencias. Nos volvimos a Argentina para emprender, y fue ahí donde surgió esta idea de comida ambulante food truck que está de moda en todos lados, así es que Villa Ventana nos pareció un lugar fantástico para poder empezar».
Así comienza Gastón Dorcazberro la entrevista con nuestro medio, para contarnos este nuevo emprendimiento familiar llamado «BELTZA», las ganas de cada uno de los integrantes y cómo llegaron a este lugar para realizar esta propuesta única en Villa Ventana.
«Creo que nos lanzamos directamente; la familia, las costumbres nos han empujado, nos lanzamos de lleno y las expectativas son positivas. Tiene muy buena aceptación , creo que la mayoría de la gente come al paso y nos representa un desafío particular; si bien es todo baguettería, es decir comida entre panes, sabemos que venimos influenciados por una propuesta práctica en Eslovaquia y le anexamos la venta de cerdos, carne vacuna, hamburgesas. Es una propuesta desestructurada e informal».
Dorcazberro manifiesta lo que significa BELTZA y la idea fija sobre el estilo que le dieron junto a su hermana y a su novia a este lugar: «El lugar es agradable, frente a la plaza. Nos han recibido muy bien y cuando decidimos abrir Beltza mi hermana se subió a bordo, y «Beltza significa negro en Vasco» y para nosotros es el nombre de nuestra primera mascota; es una linda historia y entre los 3 vamos armando una nueva identidad».
Maite, la menor de la familia Dorcazberro, se suma al relato y nos cuenta sus sensaciones: «El estilo de este lugar tiene que ver con el campamento. Con mi hermano nos gustaba hacer campamentos, de hecho tenemos mesas muy típicas de camping, aprovechamos el entorno natural de Villa Ventana».
Gastón acota: «Viajé por mucho lugares pero sigo encontrando este lugar fascinante y con mucha energía. Y para mí la ubicación cumple con las tres reglas de la gastronomía: locación, locación, locación y este es un lugar donde pasa todo el mundo, es la Avenida principal.
Maite recuerda el camino recorrido para llegar hoy a contar con este lugar y comenta: «Estuvimos cuatro meses antes en la preparación del terreno, estaba todo forestado, si bien lo teníamos había que limpiarlo, compramos las máquinas que hoy tenemos adentro, vimos el carro y lleva un diseño que lo hicimos en Rosario, todo llevó tiempo.»
Maite se refiere al estilo femenino del lugar. «Está el toque femenino: con Martina tenemos un gusto parecido y la estética es clásica. Si tengo que resaltar algo, es lo sorprendida que estoy con la gente que limpia lo que usa, nosotros no tenemos un servicio a la mesa, pero sin embargo nadie deja nada sobre la mesa, son muy limpios, todos tiran los que les sobra al tacho de la basura. Feliz y sorprendida de la conciencia de la gente».
Beltza es un trabajo en equipo, cada uno tiene sus tareas, pero cuando terminan con lo suyo, se suman a ayudar al otro.