Diversas figuras del ámbito político, sindical y de derechos humanos rechazaron las palabras del diputado por Libertad Avanza, quien adelantó que si llegara a ser electo «tienen que desaparecer» Télam, Radio Nacional y la TV Pública.
El diputado por Libertad Avanza, Javier Milei, anunció que se presentará como precandidato a presidente en las elecciones de 2023 y adelantó que si llegara a ser electo «tienen que desaparecer» Télam, Radio Nacional y la TV Pública, y que además privatizaría empresas estatales como Aerolíneas Argentinas, AySA y el Correo Argentino, lo que desató una serie de repudios por parte de legisladores, representantes sindicales y organismos de derechos humanos.
Entrevistado por Radio Mitre, el legislador planteó para ese escenario hipotético una reducción del Estado que incluiría la reprivatización de Aerolíneas Argentinas, «que continuamente genera pérdidas», como también las de Aysa y Correo Argentino, y en materia de comunicación pública manifestó que Télam, Radio Nacional y la TV Pública «tienen que desaparecer» porque -dijo- «son medios de propaganda oficial», definición que desencadenó una serie de críticas.
Para Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, lo que dijo Milei es «deplorable y repulsivo» y exhortó a que «la gente tenga memoria y sepa quién es», para finalmente transmitir su «repudio» a «las intenciones de este individuo», sobre las que prefirió «no seguir opinando, porque no serían palabras propias de una Madre de Plaza de Mayo».
La propuesta de cerrar los medios públicos también fue cuestionada por el dirigente del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) Agustín Lecchi, quien la definió como «antidemocrática» y consideró que expresiones de ese tenor «atentan contra los puestos de trabajo y contra la libertad de expresión».
Desde el Congreso, el diputado Pablo Carro (Frente de Todos-Córdoba) advirtió que «anular voces no es el camino» y alertó que «con intolerancia no se genera transparencia ni mejor diálogo».
«Queda claro que un debate robusto de ideas es teniendo más diversidad de voces, con empresas privadas con fines de lucro, organizaciones sin fines de lucro y también con agencias públicas», remarcó Carro, quien es docente de Comunicación Política en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y fue titular de la comisión de Comunicaciones e Informática de la Cámara baja.
Otra respuesta del ámbito sindical llegó del secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, quien al referirse a la actividad periodística aseguró que «en cualquier país hay medios públicos y empresas privadas nacionales».
En tanto, la legisladora porteña Claudia Neira (FdT) consideró que «no se puede debatir seriamente con Milei», ya que «grita soluciones mágicas que son impracticables», y manifestó que «no tiene una sola propuesta para mejorar la vida de la gente».
«Quiere terminar con nuestra moneda, con el Banco Central, con los medios y las empresas públicas. No se le cae una idea para mejorar las cosas, sólo cerrar, eliminar y terminar con todo», alertó la diputada de CABA.
Taty Almeida exhortó a que «la gente tenga memoria y sepa quién es» Milei.
Este lunes, en sus declaraciones radiales, Milei insistió en privatizar Aerolíneas Argentinas, a la que definió como una empresa «cara» y «absolutamente injusta», que genera «déficit» que «pagan los que no pueden volar, en beneficio de los que vuelan y de los que están adentro de la empresa».
Sobre el programa económico que implementaría en caso de llegar al Gobierno, lo basó en «una reforma monetaria y financiera» inspirado en Panamá, «donde puede circular la moneda de quieras».
También se expresó en contra de las manifestaciones populares que ocupan la calle, a las que calificó como «inaceptables» porque «ni siquiera dejan trabajar a aquellos que generan riqueza, que después es de dónde sale lo que se les paga».
Para Milei, los manifestantes «invaden la Capital» y para resolverlo «hay que quitarle el poder a las organizaciones que los manejan y que la administración de eso la hagan quienes tienen relación directa con la gente, los intendentes».
Entre todas sus definiciones, sus dichos sobre las empresas estatales y los medios públicos generaron una polémica que incluyó referencias a la diversidad de voces, como la esgrimida desde el Sipreba, desde donde subrayaron que «la función de los medios públicos es garantizar el pluralismo».
«Entre nuestras peleas como sindicato está la defensa de los medios públicos y de su función social. Que estén no sólo todas las voces políticas en sus agendas sino las de todos los actores y sectores sociales, incluso aquellos que los grandes medios silencian», ratificó el gremialista Lecchi.