El Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) expondrá más de 200 huevos fósiles de aves cretácicas encontrados en el campus de esa casa de altos estudios de la ciudad de Neuquén.
«El hallazgo se produjo a mediados del año pasado previo a la construcción de un edificio de la Facultad de Ciencias del Ambiente«, contó a Télam el paleontólogo e investigador de la UNCo, Juan Porfiri, quien agregó que «ya había indicios de que en todo el campus hay restos fósiles, así es que se intensificaron las tareas y junto a alumnos de la carrera de Geología hallamos más de 200 huevos».
Porfiri detalló que el material descubierto corresponde a «aves fósiles» y precisó que «en alguno de ellos en su interior mostraban como pequeños huesitos que se estiman que son restos de embriones que quedaron fosilizados«.
En la exposición, que se realizará a fines de junio, «se exhibirán los materiales más representativos«, informó el paleontólogo, y destacó que el objetivo principal de la muestra es «tratar de generar conciencia del resguardo patrimonial que se debe tener en la provincia de Neuquén, donde hay muchos lugares con restos fósiles».
El investigador contó que, una vez hallados los huevos, las técnicas de rescate consistieron en armar «unas capsulitas de yeso de cada una de las piezas y en el caso de las que estaban mejor preservadas, simplemente se sacó el bloque entero con todo el sedimento que estaba bien consolidado alrededor del huevo».
Antes de retirar los huevos, el paleontólogo explicó que se realizó un «análisis tafonómico», que consistió en «analizar la disposición que tienen los materiales».
«Encontramos nidos aislados y un sitio de nidificación, entonces analizamos qué orientación tenían esos nidos, de a cuántos estaban agrupados. Obtuvimos todos estos datos de campo antes de la colecta para todas las investigaciones científicas», indicó.
Después del rescate, explicó que los materiales fueron llevados al Laboratorio de Ciencias Naturales de la Universidad, donde actualmente se encuentran preparándolos para ser catalogados y que pasen a formar parte de la colección del Museo.
Porfiri explicó que para la preparación de las piezas en el laboratorio se necesitan «herramientas pequeñas tipo cinceles, buriles con agujas que permiten sacar lentamente el sedimento de los alrededores del huevo hasta quedar totalmente preparado».
«Por suerte la preparación es bastante rápida, ya que el sedimento es blando, como una arenisca que se desgrana fácilmente», dijo y agregó que «en unas cuatro horas se puede tener una pieza lista».
Aunque advirtió que «si la pieza contiene algún material embrionario, en ese caso se tarda mucho más que un día porque la preparación es más lenta».
Al ser consultado por las características de los huevos hallados, el investigador describió que «son ovalados con sus dos extremos casi semejantes, miden alrededor de 5 centímetros, son de cáscara totalmente lista y extremadamente fina, de menos de un milímetro de grosor».
También señaló que «ya están asociados, por investigaciones previas que han hecho algunos científicos con materiales semejantes de la zona, a un grupo de aves fósiles llamados Enantiornithes» y recordó que «hace varios años en el campus de la universidad se encontraron aves de este grupo. Algunas de ellas pertenecían a una especie particular denominada Neuquenornis volans, por lo que estos últimos podrían pertenecer a esta especie».
Porfiri destacó que «todos los terrenos de la Universidad, o su mayoría, están en la ciudad de Neuquén apoyados sobre una roca del período cretácico, de una formación geológica en particular que se llama Bajo de la Carpa, datada entre unos 85 y 83 millones de años de antigüedad aproximadamente».
En ese sentido, apuntó que todos los materiales encontrados en el lugar, como «restos de cocodrilo, dinosaurios, serpientes o aves», tienen la misma antigüedad que la roca que los contiene.
El paleontólogo, que trabaja en la preparación de los huevos junto a su par Doménica Dos Santos y al alumno de Geología de la universidad, Darío López, destacó que «constantemente tenemos hallazgos» y reveló que «el más reciente es en el propio campus de la universidad».
«Allí encontramos un pequeño dinosaurio carnívoro que está en proceso de preparación y del que estamos analizando a qué grupo pertenece», señaló.
Aseguró que estos descubrimientos «son muy importantes para el conocimiento científico de la biota que se encuentra en el campus» y resaltó la importancia del «resguardo del patrimonio paleontológico» porque «Neuquén es una provincia muy fosilífera».
Por último, el investigador solicitó a los ciudadanos que en caso de encontrar un material fósil deben dar aviso a la Dirección de Patrimonio provincial, a la UNCo, a los museos o la policía «para que la pieza pueda ser colectada por los profesionales que trabajan en el tema, sea preparada, exhibida y dada a conocer a la ciencia» y a la gente.