El abogado Leandro Picardi explicó los alcances de una situación cada vez más recurrente: los accidentes yendo o regresando del trabajo. Una guía práctica a tener en cuenta para no tener dolores de cabeza posteriores.
En el marco legal se lo denomina “accidente in itinere” pero para el común de la gente se trata nada más ni nada menos que accidentes que ocurren yendo o regresando del trabajo. Esta situación cada vez más común, cuenta con un marco y una serie de pasos que el damnificado debe seguir para que los trámites posteriores no se tornen sumamente engorrosos.
Al respecto el abogado Leandro Picardi comentó que “hay dos puntos fundamentales cuando la empleadora o la ART desconocen el accidente laboral. Lo que recomiendo siempre es que de inmediato se acerquen a un hospital público y soliciten un precario médico. Esto es un certificado médico. Con esto se puede acreditar, por ser un documento de un órgano oficial, la fecha, hora y posibles secuelas del accidente. Eso es fundamental y una prueba de descargo clave, porque luego hasta los médicos pueden salir de testigos”.
En esa línea mencionó que “se puede probar mediante testigos que hayan visto el hecho, o algún médico privado, pero son cuestiones que deben probarse. En cambio con un certificado médico, salvo que la empleadora o la ART diga que sea trucho, es una prueba fundamental”.
Buscando generar un ayuda memoria de pasos, el abogado puntualizó: “lo que hay que hacer es llamar al empleador, luego a la ART y luego te acercas al hospital público para que te hagan un precario médico. Ahora si tiene que intervenir una ambulancia ya no quedan dudas. Esto es cuando son lesiones leves”.
Dándole la misma importancia, remarcó que “la otra cuestión es que el recorrido siempre sea el mismo del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. Porque si me pasa algo yendo a lo de un amigo o por hacer un trámite, que no queda en el recorrido habitual, la ART lo puede cuestionar. Ahí se deben presentar pruebas”.