(Bahía Blanca, 2 de marzo de 2017). Primer Almirante de nuestra fuerza naval, líder en la cronología y en el prestigio, Guillermo Brown consagró su vida al servicio de su patria de adopción. Un líder que vivió tiempos difíciles de intolerancia religiosa, ambiciones imperiales, procesos de independencia y conformación de los Estados que mantuvieron al mundo en guerra.
Participó en las guerras napoleónicas, fue prisionero en dos cárceles francesas y en el Río de la Plata se comprometió en cuerpo con el proceso de emancipación. Fue responsable de nuestra primera Escuadra, liberando Martín García y Montevideo, y durante la guerra con el Brasil, en 1826, enfrentó con unos pocos barcos a la escuadra más grande de Sudamérica y gobernó Buenos Aires en 1829.
Brown, dio todo por defender una causa, que era la independencia del Virreinato del Rio de La Plata y que luego sería la independencia de la República Argentina, pero nunca desenvaino su sable, ni dio una orden de artillar su barco, contra los propios Argentinos, al igual que el Gran José de San Martin, tenía una mirada muy grande y generosa, humilde y desinteresada sobre las “Vanidades y Riquezas que podría haber tenido por su carrera militar, al servicio de una causa, que era la causa Latinoamericana”.
El Gran Almirante murió el 3 de marzo de 1857. Al ser sepultado, en su discurso de despedida, Mitre lo homenajeó: «Brown en la vida, de pie sobre la popa de su bajel, valía para nosotros por toda una flota».
VETERANOS DE GUERRA DE BAHÍA BLANCA Y FUNDACIÓN MALVINAS ARGENTINAS