El gobierno argentino la declaró a fines del 2020 dañina y perjudicial para la conservación de la biodiversidad. Si bien se remitía a regiones próximas a la cordillera, en los últimos días se logró fotografiar a un ejemplar en plena comarca.
La cartera de Ambiente y Desarrollo Sostenible nacional dictó a fines del 2020 la Resolución 474/2020 que declara dañinas y perjudiciales para la conservación de la biodiversidad y las actividades productivas a las poblaciones silvestres de conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), por sus características biológicas de especie exótica invasora.
Este animalito, por muy simpático que pueda parecer, está causando dolores de cabeza. Como no está en su hábitat original y por ende no cuenta con muchos depredadores, se prolifera rápidamente y de allí la amenaza para el ecosistema.
Según un estudio llevado adelante por el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) los conejos habitan regularmente el bosque, aunque no es su tipo de vegetación preferida para vivir, por lo que desarrollan nuevas interacciones ecológicas con plantas exóticas, lo que ayuda a su propagación e invasión. Además, afectan a numerosas especies nativas icónicas o emblemáticas.
Esta compleja problemática que ya se volvió recurrente en la zona cordillerana de nuestra patagónica tomo un giro inusitado en los últimos días, cuando varios vecinos de Sierra de la Ventana comenzaron a observar entre los arbustos de sus casas algunos animales pequeños y de pelaje negro.
En un principio creyeron que podría tratarse de zorrinos, pero no se sentía el típico olor. La posibilidad de que sean visones se descartó casi de inmediato, ya que los escurridizos visitantes no tenían la característica cola.
Fue así como finalmente, y luego de varios intentos, llegaron a sacarle una foto (de lejos y algo desenfocada) en donde se apreciaba la inconfundible silueta de… ¿Una liebre?
Analizando la fotografía se puede apreciar que su tamaño es menor al del típico mamífero lagomorfo, además que tanto esa especie, como las maras, tienen cierta tonalidad de pelaje pero nunca tan oscuras.
De allí que todo decantó en que se trataban de conejos europeos, los cuales llegan a esa tonalidad. Pese a los vaivenes del clima, cuando en algunas semanas la primavera se abra paso, no sería de extrañar verlos en mayor cantidad y aún más próximos a las casas, ya que constituyen familias numerosas y son sociables.