El Dr. Leandro Picardi analizó un caso reciente de Córdoba, en donde un jefe de call center deberá pagar con cárcel por el daño psicológico que hizo sobre una empleada.
Es un mal recurrente de la sociedad actual, en donde por diversas razones una persona ejerce violencia sobre otra, sin necesidad en la mayoría de las veces, que sea física como antiguamente se creía que en exclusividad le cabía el término.
“El acoso laboral es un flagelo de la sociedad y que lo sufren muchas personas, sin importar el género. Ahora se ha elevado el nivel de protección, debido a que hay sentencias que han establecidos condenas penales de los agresores, y esto abre un abanico de posibilidades más allá del fuero laboral” comenzó diciendo al respecto el Dr. Leandro Picardi.
Siguiendo esa línea, el abogado explicó que “la persona que cometa este tipo de maltratos, si son probados, no solo puede tener un perjuicio económico sino también un perjuicio en su libertad. El ámbito de protección es mucho más elevado” para la víctima.
Todo esto se remite a un caso en Córdoba con fallo en los últimos días, donde “un jefe realizó acoso laboral y violencia psicológica. Se pudo demostrar que fue un trato agresivo, manipulador y eso le generaba un terror de tal magnitud a la trabajadora que le daba ataques de pánico, náuseas y generó un gran daño psíquico sin constancias previas”.
Continuando, explicó que “fue un proceso penal. Esta persona va presa directamente. Se pudo acreditar que provocó estas lesiones gravísimas, por ende la causal plena. Era de todos los días, a ella y delante de sus compañeros. Era un call center. Con el paso de los años esta persona no pudo soportar más que le sigan martillando la cabeza. Entonces después de 10 años, no pudo ir más a trabajar. Intimó para que cesen estos maltratos, eso no pasó y por eso se avanzó la causa”.
Al mismo tiempo comentó que “económicamente en derecho laboral, el accionar de los empleados tiene responsabilidad también la empresa. Más allá de la sentencia penal que va contra el jefe, una vez que esté en firme, se puede iniciar daños y perjuicios contra la empresa porque permitió esto que pasó durante diez años”.
Por último, y a modo de reflexión reconoció que “no solo pasa en el foro laboral. El bullying en las escuelas se está incrementando, y no solamente pasa por la escuela, sino por las redes y aplicaciones, y eso hace que las personas se puedan esconderse”.