La maniobra se realiza atando un cabo a la cola del animal, que pesa más de 20.000 kilos, para moverla hacia el interior del golfo y luego remolcarla hasta una playa alejada de la vista de los curiosos.
El guardacostas «Martín García» de la Prefectura Naval Argentina (PNA), con asiento en la ciudad chubutense de Puerto Madryn, comenzó con la tarea de remoción y traslado de los ejemplares de ballenas muertas en las costas del Golfo Nuevo a otras playas alejadas, informaron fuentes oficiales.
El jefe de la prefectura local, Ernesto Finelli, explicó: «A pedido de las autoridades locales comenzó el traslado de los cuerpos que permanecían en la zona próxima a la población, para evitar que la gente y los turistas se aproximen».
La maniobra se realiza atando un cabo a la cola de la ballena muerta, que pesa más de 20.000 kilos y arrastrarla hacia el interior del golfo para luego remolcarla hasta una playa alejada de la vista de los curiosos.
Además, Finelli recordó: «Este no es el primer año que se realiza esta actividad que ya se había sucedido en temporadas anteriores» en la zona conocida como El Doradillo, cerca de Puerto Madryn.
«La distancia (del traslado) depende de la circunstancias, pueden ser entre 4 o 10 kilómetros según el caso» explicó el prefecto principal.
Para llevar a cabo la tarea, PNA utiliza un guardacostas mediano porque uno de porte superior implica mayor calado y debe operar lejos de la línea de marea por peligro de encallar y si es más pequeño, no cuenta con la potencia de arrastre suficiente como para mover semejante peso.
Por su parte, el intendente de Puerto Pirámides, Fabián Gandón, había pedido también que los cuerpos sean llevados a «playa Colombo» alejada de esa localidad costera donde se realiza la actividad de avistamiento de ballenas, y que se apresta a tener un fin de semana largo con mucha actividad.
Ballena encallada en Chubut.
El argumento de Gandón para solicitar el traslado fue que «existe un peligro sanitario ante la presencia de cuerpos en descomposición sobre la playas» y en simultáneo hizo un llamado para que quienes trabajan sobre la obtención de muestras, que «lo hagan en otro lugar».
Sobre los cadáveres encontrados
Hasta el momento se informó de manera oficial la existencia de 13 ballenas muertas en menos de 10 días, pero solo se incluyó en la cuenta a los cadáveres que aparecieron en las orillas del Golfo Nuevo, por lo que se estima que son más los ejemplares fallecidos que permanecen flotando.
La característica de los cuerpos inertes de las ballenas es que flotan por la gran cantidad de grasa que poseen y se desplazan de acuerdo al viento hasta que toman contacto con la playa.
Todavía no se sabe la causa de la mortandad, porque el resultado de los análisis que se realizaron sobre las muestras extraídas no se completó, explicaron.
Si bien la principal hipótesis es que las muertes se produjeron por un pico de toxinas provenientes del fenómeno natural conocido como «marea roja», no se puede descartar otra posibilidad hasta que no se tengan los resultados científicos ya que no hay ejemplares muertos de otras especies.
En tal sentido, el investigador del Centro Nacional Patagónico, Mariano Coscarella, explicó que «los análisis no se hacen de un día para el otro como la gente cree, como si fuese sangre en un laboratorio de bioquímica».