La niña sufrió la picadura el viernes y, si bien se le logró aplicar el suero el sábado al mediodía cuando fue trasladada al hospital, no logró resistir el envenenamiento.
Una bebé de 18 meses oriunda de la ciudad bonaerense de Lincoln murió en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Junín luego de ser picada por la denominada «araña del rincón», pese a que recibió el antídoto y atención en reiteradas oportunidades, informaron fuentes médicas.
Si bien el hecho ocurrió el pasado 9 de octubre, este miércoles trascendió que la menor falleció en Junín producto de una picadura del arácnido que le generó una falla multiorgánica.
La niña sufrió la picadura el viernes y si bien se le logró aplicar el suero el sábado al mediodía cuando fue trasladada al nosocomio de Junín, no logró resistir el envenenamiento y murió por la noche.
«Todo comenzó cuando la madre de la niña consultó a la guardia pediátrica ya que su hija lloraba y lloraba, la pediatra que estaba de guardia en ese momento la examinó, buscó las causas de ese llanto, no encontró nada en ese examen físico y le administró un analgésico, paracetamol, luego volvió a su casa», explicó al canal de noticias TN el secretario de Salud de Lincoln, Jorge González.
Agregó que alrededor de las 5 de la madrugada del día siguiente, la mamá volvió al hospital ya que la niña seguía con mucho llanto y con una hinchazón en la zona del mentón y parte superior del tórax, por lo que decidieron una radiografía y un análisis de laboratorio. Los resultados se los dieron recién a la mañana en donde se «evidenció de un proceso infeccioso importante».
Según González, en la mañana esa «lesión de no tener aspecto de nada, ya tenía aspecto azulado en esa zona inflamada, que por la evolución si parecía tratarse de una picadura».
Rápidamente, el equipo médico se comunicó con el Centro Provincial de Toxicología del Hospital Sor María Ludovica de La Plata, que derivó el caso al Cetroprox quienes sugirieron que se trataba de un cuadro de Loxoscelismo (manifestaciones clínicas ocasionadas por el envenenamiento causado por la picadura de araña de género Loxosceles).
Pese a que fue enviado el suero, y se concretó la posterior internación en el hospital de Junín, la niña murió horas después.
La arañas más frecuentes
La loxosceleslaeta y la latrodectusmactans, araña «de los cuadros» o «del rincón» y viuda negra respectivamente, son las dos especies venenosas y potencialmente mortales que habitan en la región.
La viuda negra tiene hábitos rurales, mientras que la llamada «del rincón» vive en las casas y se mueve generalmente de noche.
Las arañas del género Loxosceles son parte del reducido grupo de arañas capaces de producir la muerte al ser humano. Se les llama también araña parda, marrón, reclusa o violinista. Este último nombre se debe a una depresión dorsal característica del cefalotórax, más oscura, con forma de violín con el mango del mismo hacia el extremo posterior del artrópodo. El término Loxosceles proviene del griego loxos significa curvas y kelos es patas, característica que les da un aspecto circular o curvo.
Según especificaron desde el Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica Pediátrica del Hospital de Niños de La Plata, se trata de una especie de araña que generalmente se esconde en grietas y huecos de difícil acceso. Es la más peligrosa de las del género Loxosceles.
«Todas las picaduras de las arañas tienen una reacción local, y un 20% pueden aparecer estas lesiones con fallas en todo el organismo», comentó González.
La araña Loxosceleslaeta mide unos tres centímetros, es de color marrón grisáceo y se localiza en lugares secos, poco ventilados y con escaso aseo, como por ejemplo la parte posterior de los cuadros, roperos o el fondo de baúles y cajones a los que se les da poco uso.
Desde la cartera sanitaria explicaron que su picadura provoca desde daños en la piel –que de no recibir tratamiento oportuno puede generar la necrosis del tejido–, hasta un cuadro cutáneo-visceral que destruye los glóbulos rojos y genera insuficiencia renal aguda con eventual derivación en una falla multiorgánica, que puede concluir con la muerte de la persona afectada.
En tanto, respecto al tiempo que debe transcurrir entre la picadura y la aplicación del suero, los especialistas explicaron que «no hay un período específico, pero cuanto más rápido se aplique es mejor, ya que el efecto del veneno del arácnido en la persona es relativo al organismo y al tipo de herida producida».