La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) mantiene un total de 186 cámaras y radares autorizados para controlar el exceso de velocidad en las rutas nacionales de todo el país en el contexto del período de vacaciones, con un mayor flujo de tránsito, que se suman a las ubicadas en las vías provinciales o en los municipios, según se informó oficialmente.
La ANSV señaló que para chequear la validez de una multa por un radar o una cámara en una ruta provincial, el infractor debe comunicarse con el juzgado de la jurisdicción que labró el acta de infracción y aclaró que la capacidad de juzgamiento de las infracciones es «potestad de las jurisdicciones provinciales y/o municipales».
«Para instalar cinemómetros o radares para medir la velocidad y hacer eventuales fotomultas en rutas nacionales, cada jurisdicción tiene que informar a la ANSV el motivo por el cual va a instalarlo, qué límite de velocidad va a medir y argumentar sobre la necesidad de ponerlo en ese lugar con datos de siniestralidad», señalaron fuentes de la ANSV.
También deben informar sobre los equipos instalados y la última homologación hecha por el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), y si la operación está a cargo de un privado, debe contar con autorización de la ANSV y de Vialidad Nacional.
En el caso de la Costa Atlántica las rutas con mayor control de radares son la 11 y la 2, está última con 20 radares colocados, principalmente en el trayecto que va desde el peaje de Samborombón hasta la localidad de Dolores.
Un reciente sondeo realizado por especialistas en seguridad vial relevó que un número importante de conductores, especialmente jóvenes, utilizan aplicaciones de sus celulares como Waze o Google Maps para detectar el control de los radares
El Observatorio de Cecaitra, la cámara de empresas productoras de software vial, realizó un sondeo en más de mil hogares de CABA y el Gran Buenos Aires, en el que el 77,5% indicó que utiliza las aplicaciones para indicar destino, pero un 17,7% dijo que las utiliza para saber la ubicación de los radares fotomultas, y el 3,3% para saber las velocidades máximas. El resto no eligió ninguna opción.
Sin embargo, las respuestas tuvieron diferencias muy notorias según la edad de los encuestados, ya que 6 de cada 10 (62,6%) menores de 29 años dijeron usar las aplicaciones para conocer la ubicación de los radares; solo el 1% de los adultos de entre 50 a 64 años sostuvo usarlas para ese fin.
La diferencia también fue extrema en la opción para indicar el destino, que fue elegida por el 37,4% de los más jóvenes y por la mayoría de los adultos mayores de 50 años (82%).
El artículo 48 de la Ley Nacional de Tránsito establece que está prohibido «conducir utilizando auriculares y sistemas de comunicación de operación manual continua», en tanto el artículo 77 inciso q sostiene que constituye una falta grave «la conducción de vehículos utilizando auriculares y/o sistemas de comunicación manual continua y/o pantallas o monitores de video VHF, DVD o similares en el habitáculo del conductor».
«Si consideramos los dos artículos, se puede concluir que el uso, tanto del GPS como de las aplicaciones en los celulares, no es recomendada mientras se conduce ya que se pueden dar en simultáneo cuatro tipos de distracciones: visuales, al apartar la vista de la ruta; cognitivas, por ejemplo, al reflexionar sobre una determinada directiva; físicas, como cuando un conductor sujeta o manipula el aparato, en lugar de conducir con ambas manos al volante y auditivas, como por ejemplo, al escuchar lo que le indica la aplicación», dijo el especialista en seguridad vial Facundo Jaime.