(Por Iván Hojman, enviado especial) Un nuevo parque provincial de más de 2600 hectáreas se está realizando en tres islas del río Uruguay, frente a la localidad entrerriana de Colonia Elía, con el objetivo de proteger las especies de ese ecosistema, fundamental para la lucha contra el cambio climático, e impulsar proyectos de ecoturismo que ayuden al desarrollo de la zona, informaron hoy desde la ONG Banco de Bosques al celebrarse este jueves el Día Mundial de los Humedales.
El proyecto «Islas y canales verdes del río Uruguay» se inició en 2021 luego de que el filántropo estadounidense Gilbert Butler comprara las islas Dolores, San Género y Campichuelo con el fin de donarlas al gobierno de Entre Ríos para consolidar un corredor de áreas protegidas que contribuya a la conservación de sus especies y hábitats, y desarrollar actividades turísticas, educativas y científicas.
«Crear un área protegida de humedales es vital porque tienen una función de regulación hídrica muy importante, es la casa de muchas especies gracias a su diversidad biológica y tiene un valor recreativo enorme. Esto es para que lo disfrute toda la comunidad», dijo a Télam Emiliano Ezcurra, director de Banco de Bosques al encabezar una recorrida por el archipiélago, y precisó que de sumarse algunas las islas fiscales de la provincia se podrían superar las 5 mil hectáreas protegidas.
Es el cuarto proyecto que financia Butler en Argentina a través de su Fundación Butler Conservation, que desembarcó al país por su amistad con el ya fallecido filántropo Douglas Tompkins, conocido por donar casi 150 mil hectáreas para el Parque Nacional Iberá en Corrientes, donde ahora se está realizando la reintroducción del yaguareté.
Para acceder a estas islas del río Uruguay, a tan solo tres horas de la Capital, se debe llegar hasta la pequeña localidad de Colonia Elía, que se encuentra entre Concepción del Uruguay y Gualeguaychú.
De allí, se toma una ruta de ripio de 8 kilómetros, pasando por viejas canteras abandonadas de canto rodado, hasta llegar a Puerto Campichuelo, donde el agua del río Uruguay espera mansa y cristalina debido a las pocas lluvias que aquejan a la zona.
Allí, el proyecto de «Islas y canales verdes del río Uruguay» montó su base de operaciones. Existe una guarda de 80 kayaks cedidos por Butler para un programa gratuito que ya visitaron 2150 chicos de escuelas de localidades de zona y que planean extenderlo a alumnos de otras provincias.
«Con los kayaks entusiasmamos a los chicos para que vengan, los sacamos a pasear y les mostramos los ríos y canales que tenemos. Increíblemente, incluso chicos de la zona, no tienen mucho contacto con el río y quedan fascinados cuando les explicamos sobre los animales y plantas nativas y exóticas. El objetivo principal es la conservación, y es muy valioso que se lleven esa información», aseguró Andrés von Gerstenberg, encargado de logística del proyecto para Wildlife Conservation Society.
Desde 2006, todas las islas de Ibicuy, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay pasaron a ser reserva natural de usos múltiples, una categoría que no brinda mayor protección ante las amenazas que sufre este ecosistema como los aportes de efluentes y residuos domésticos y agrícolas, la invasión de especies vegetales y animales exóticas, la extracción de madera, la sobrepesca, la caza de especies nativas, la introducción de ganado o el uso público o privado no regulado.
A partir de la donación, las islas Dolores, San Genaro y Campichuelo, que suman 2695 hectáreas, tienen que ser recategorizadas a Parque Provincial, por lo que van a ser más restrictivas las actividades humanas permitidas.
Además de estas islas, se han cedido otras que suman 514 hectáreas al gobierno de Uruguay para realizar la misma iniciativa y así incrementar la protección en ambos márgenes del río con el fin de proteger estos humedales entre ambos países, ya que albergan más de 400 especies de aves, algunas de ellas globalmente amenazadas como el tordo amarillo, el cardenal amarillo, los capuchinos y el capuchino de collar.
También hay mamíferos como el aguará guazú, el carpincho o el aguará popé, y se planea la reintroducción del ciervo de los pantanos, que se encuentra extinto en el lugar.
Hasta el momento, se construyó un refugio en cada isla, uno de ellos llamado «Aguará popé» gracias a una votación que realizaron chicos de una escuela primaria local, mientras se continúa con el armado de senderos, carteles y miradores.
«Este proyecto es fantástico, es importante que trabajemos con los chicos porque tenemos que enseñar cuál es nuestra riqueza natural, que la tenemos a un paso y la desconocemos. Es un patrimonio de todos y hay que cuidarlo», afirmó a Télam Raúl Almeida, prestador de ecoturismo de Gualeguaychú, y agregó que «desarrollar el turismo de naturaleza en la zona posibilita dar trabajo a los jóvenes de localidades cercanas».
En Argentina, los humedales ocupan el 21,5% del territorio y el país se comprometió junto a otros 196 estados en el Convenio sobre Diversidad Biológica (COP15), a fines del año pasado, a restaurar al menos 350 millones de hectáreas de humedales y 300.000 kilómetros de ríos para el año 2030 en el mundo.
«Llevamos más de 10 años pidiendo una ley que proteja a nuestros humedales y un inventario que permita conocerlos mejor. Si cuidamos nuestros humedales vamos a estar mejor preparados para afrontar los eventos extremos que nos plantea el cambio climático global», sostuvieron desde la Fundación Wetlands.
Télam