A 65 años de su fundación, la titular del Conicet, Ana Franchi, afirmó que “hoy más que nunca” este organismo “está abocado a contribuir a que la gente viva mejor” a partir de la promoción de una ciencia al servicio de la sociedad, pero también más “federal”, con “igualdad de género” e “inclusiva”.
(Télam) – “Estamos muy contentos porque son 65 años de haber acompañado el desarrollo científico y tecnológico de la Argentina”, dijo Franchi a Télam.
“Hoy más que nunca el Conicet está abocado a contribuir a que la gente viva mejor, porque estamos convencidos que una ciencia de excelencia es indispensable para un desarrollo inclusivo, soberano y federal”, agregó.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) fue creado el 5 de febrero de 1958 durante la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu, pero retomando el espíritu de su antecedente inmediato, el Consejo Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas (Conityc) que había sido instituido por Juan Domingo Perón en 1951 y desmantelado con el golpe de Estado de 1955.
Conforman actualmente el organismo más de 11.800 investigadores e investigadoras, más de 11.800 becarios y becarias de doctorado y postdoctorado, más de 2.900 miembros de la Carrera de Personal de Apoyo a la Investigación y más de 1.500 administrativos y administrativas.
“El Conicet está llegando a 30 mil personas porque hay cada vez más jóvenes que aspiran a incorporarse a la carrera científico-tecnológica que se insertan en diferentes provincias, haciendo que el organismo se mantenga vivo”, destacó.
Su primer director fue el Premio Nobel Federico Houssey y posteriormente otros dos científicos del organismo recibieron el mismo galardón: Luis Leloir en 1970 y César Milstein en 1984.
Desde su creación, el Conicet se instituyó como emblema de la ciencia nacional y el año pasado alcanzó la primera posición del Ranking SCImago dentro de los organismos de gobierno de Latinoamérica dedicados a la investigación.
El Consejo subió 54 posiciones y se ubica en el puesto 141 a nivel global entre más de 8.000 instituciones académicas, científicas y gubernamentales dedicadas a la investigación.
“El Conicet del ‘58 es un Conicet más dedicado al desarrollo de lo que llamaríamos la ciencia básica, a ejemplo de las instituciones europeas, mientras que en los últimos 20 años se ha producido un viraje hacia el desarrollo tecnológico para ayudar a resolver problemas de la sociedad, sin dejar por supuesto de lado lo que es la ciencia de excelencia”, señaló Franchi.
Añadió que “muchos de estos desarrollos se ven reflejados en algunos resultados que la población puede vislumbrar y también utilizar, como es el caso de los kits diagnósticos (de Covid-19) y la fabricación de baterías de litio”.
En ese sentido, el Conicet continúa impulsando iniciativas de transferencia tecnológica y asesorías. De hecho, durante 2022 continuaron y se profundizaron diversas líneas de I+D y la prestación de Servicios Tecnológicos de Alto Nivel (STANs) con más de 14.300 en todo el país al sector público y privado.
Estos servicios se incrementaron un 6,0% respecto del año anterior y un 99,0% en relación al 2020.
“También lo que se diferencia el actual de aquel primer Conicet es que cada vez apuntamos a un desarrollo más federal”, explicó.
Así, en 2022 y como parte de la política de federalización de la ciencia el Conicet, se implementó una modalidad llamada Proyectos Especiales para que ingresen investigadores e investigadoras de todo el país con el objetivo de disminuir las asimetrías y contribuir con el fortalecimiento de las capacidades de I+D.
En virtud de una asociación con las provincias de Catamarca, San Juan, La Pampa y Chaco donde se aprobaron 63 ingresos y fueron las provincias las que definieron sus áreas temáticas estratégicas según sus necesidades.
Además, próximamente el Conicet abrirá una convocatoria para las provincias de Misiones, Corrientes, Salta, Jujuy y Santiago del Estero.
A su vez, el Consejo cuenta con programas multidisciplinares donde participan otras instituciones del sistema científico y gubernamental que continuaron creciendo en 2022 como el Programa Nacional de Ciencia y Justicia y las quince Redes Institucionales Orientadas a la Solución de Problemas (Riosp).
En materia de infraestructura, el último año se otorgaron financiamientos desde el Departamento de Infraestructura por más de 1.980 millones de pesos que beneficiaron a 58 Unidades Ejecutoras en distintos puntos del país y se avanzó junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT) en 7 obras enmarcadas en el Plan Federal de Fortalecimiento de la Infraestructura Edilicia (PFI 3).
Franchi apuntó que otra característica del perfil actual del Conicet es su énfasis en “la inclusión y la igualdad de género”.
La científica explicó que, si bien el organismo tiene como característica distintiva «una mayor cantidad de mujeres que varones desde hace unos años”, esa mayoría femenina desaparece en las categorías más altas -investigador superior e investigador principal- donde “hay solo 25% de mujeres”. Y aunque este desfasaje está empezando a corregirse, lo hace “más lento de lo que uno quisiera que ocurriera”.
“Nos falta mucho, pero la idea es que a través de distintas medidas -como los jurados paritarios, los observatorios de violencia laboral y de género, la construcción de lactarios y la creación de jardines de infantes- se facilite el ingreso y permanencia de las mujeres y personas cuidadoras”, afirmó.
“Como investigador del Conicet he sido testigo de los enormes problemas que generan las interrupciones en el incremento presupuestario y en las políticas de impulso a la ciencia como ha ocurrido en gobiernos que llevaron adelante políticas neoliberales”, aseguró a su turno el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus.
Convencido de que “el desarrollo científico-tecnológico requiere de objetivos de mediano y largo plazo y el tiempo que se pierde, cada vez que se interrumpe, no se recupera”, el actual gobierno se propuso “un paquete de leyes” -como la ley de Financiamiento y la ley de Economía del Conocimiento- para “terminar con las políticas pendulares en la materia”.
“El Conicet, como nuestra principal institución de formación de profesionales y desarrollo de ciencia básica y aplicada, con presencia federal y en todas las universidades nacionales, es una herramienta clave para este proceso de transformación”, concluyó.