El Secretario de Gobierno repasó la situación actual del incendio en la serranía, al tiempo que destacó la labor de todos los servidores públicos que intervinieron en el siniestro desde el pasado domingo.
Se respira calma tras varios días de arduo trabajo. El clima sumado al esfuerzo en conjunto finalmente dieron sus frutos y con esto, el incendio que se inició a causa de un rayo el pasado domingo está viviendo sus momentos cúlmines.
Así lo hizo saber el Secretario de Gobierno Ezequiel Gabella, el cual confirmó que “el fuego está controlado, lo que significa que en todo el perímetro entre lo quemado y no quemado, no hay actividad. No hay llamas ni humo, pero dentro de esa circunscripción quedan puntos calientes, como por ejemplo el tronco de un árbol verde. Cuesta muchísimo apagarlo de manera artificial y dependeríamos de una lluvia muy abundante para lograr apagar eso”.
Ante esta situación ahora “se instala una guardia de cenizas. Al estar dentro del parque, lo controlarán los guardaparques esos tres o cuatro puntos calientes. Hay que reconocer que el clima se comportó durante todo el incendio. El viento era del sur, que ayudó a que las llamas no avancen hacia el mirador, sino llevarlo hacia lo que ya se había quemado y eso aletargó todo”.
En otro pasaje de la charla detalló la labor de los brigadistas, los cuales “son una división dentro de la policía de la provincia de Buenos Aires. Son policías pero son bomberos y su campo de acción justamente se trata de siniestros relativamente grandes”.
Explicando esto, contó que “por lo general los ataques de los incendios los hacen los bomberos voluntarios, pero cuando esto se extiende en el tiempo, aparecen situaciones más complejas, como sus trabajos, el cansancio de los relevos, que no da el tiempo ni la cantidad, y es ahí donde aparecen estos profesionales que se ponen a disposición del cuartel dueño de la jurisdicción. Además, la otra división, la aérea, hizo un trabajo impecable y fundamental con la tarea de los tres helicópteros”.
Ya con la situación controlada Gabella mencionó que “las que estuvieron muy comprometidas fueron dos viviendas habitadas por guardaparques dentro del Parque. Se hizo un desmonte de dos o tres árboles cercanos a las viviendas y se humedeció todo el sector. Fue de doble propósito ya que se buscó frenar a las llamas”.