La velada del fin de semana en el Centro Cultural sirvió para nuclear a las distintas personas que durante estos años, fueron enlazando los eslabones de esta cadena artística. Las palabras de Inés Gómez, Adriana Davis y Norma Poggi.
Si el taller Compartiendo Pinceles de por sí es un éxito, no se podía esperar menos de las exposiciones llevadas adelante tanto en Saldungaray como en Sierra de la Ventana. Con una puesta en escena muy original, en donde al comienzo los recintos se encontraban a oscuras, a través de la danza y las luces todo fue cobrando vida.
Una de las que se hizo presente fue Inés Gómez, Primera Directora del Hogar Agrícola Santa Inés de Saldungaray, epicentro del arranque de este magnífico taller.
Al respecto, Inés aseguró sentir “satisfacción y emoción. Son 20 años. En un inicio no se sabía lo que podía suceder. La primera clase de febrero fue gratis, y por esas cosas de la vida Néstor Canale nos dijo que conoció un artista plástico y de allí surgió el taller”.
“Era completo el día, de 9 a 6 de la tarde. Tres días intensos. Luego se sumaron los murales. Pero siempre fue mucho de compartir. Además de sumar la cantidad de gente que se sumó. Venían de La Plata, de Colorado, de Viedma… parecía que no pasaba nada, y pasaba de todo” agregó.
Por último acotó que “en nuestro Hogar pasaron más de 100 personas en este Taller. No creo que haya algo similar en todo el distrito. Se le daba posibilidad a los chicos, se entregaban premios… fue una movida muy interesante”.
Actualmente quien dirige el espacio es Adriana Davis, la cual contó que “es muy emotivo, fue muy original la presentación. Son 20 años que te hacen mover. Es una emoción muy grande. Me gustan todas las expresiones artísticas, pero a través del taller uno aprendió a soltarse y expresar de otra forma. Muchas veces un dibujo habla más que las palabras”.
Y adelantándose a lo que puede ocurrir en los próximos meses, afirmó que “esto tiene que seguir. El taller se va a sostener. Hay mucha gente con talento. Las puertas del Hogar siempre estarán abiertas para Carlos”.
Por último, una de las artistas más consagradas de la región, Norma Poggi, recordó que “estuve en el primer taller que vino a dar Carlos en Villa Ventana. Éramos cuatro nada más. Recién comenzaba a conocer a Carlos, yo ya pintaba. Y Carlos comenzó a toquetear mis cuadros, no quería que ni me los tocara… pero con el paso del tiempo entendí cómo me nutrió”.
A través de ese transitar descubrió que “todas las técnicas son una maravilla. Con él trabajé la técnica del lápiz y ahora puedo mezclar todas las técnicas. Todos mis trabajos son contrastados, profundos… mezclo las técnicas. Los talleres tienen una impronta, una fuerza y algo de compartir… es muy lindo”.