Una investigación periodística confirmó que el emérito tuvo descendencia después de los nacimientos de las infantas Elena y Cristina y el rey Felipe VI. Se llama Alejandra y creció ignorando quién era su padre.
El rey emérito Juan Carlos I tiene una hija secreta fruto de una relación extramatrimonial con una aristócrata. La mujer habría nacido a finales de la década de los 70 o a principios de los 80, después de las infantas Elena y Cristina y el rey Felipe VI.
La información fue publicada este jueves por El Confidencial y procede de una investigación de los periodistas José María Olmo y David Fernández recogida en el libro King Corp. Según la misma, la mujer se llama Alejandra, está casada, tiene un hijo y nunca ha reclamado sus derechos sucesorios.
El secreto de la familia real
El que sería uno de los mayores secretos de la Familia Real era conocido por todos los inquilinos del Palacio de la Zarzuela, aunque no siempre fue así. Según la misma información, Juan Carlos I temía que Felipe VI se enamorara de su hermanastra en su juventud si se conocían sin saber que eran familia.
Con el paso del tiempo, el que fuera jefe de Estado compartió la información también con algunos círculos de amistades. Hablaba de ella y contaba que era «buena chica, muy inteligente y preparada».
El discreto acercamiento entre Alejandra y la Familia Real se produjo cuando ella conoció que era hija del emérito, ya que creció ignorándolo. Juan Carlos I nunca la trató como a sus otros tres hijos, pero sí que tuvo muestras de afecto y generosidad con ella.
La hija no reconocida del emérito, que prefiere mantenerse en el anonimato, nació en una familia de aristócratas. Juan Carlos I y su madre se conocieron de jóvenes y compartían amigos y su afición por la caza. La relación entre ambos fue particularmente omitida y cuando nació Alejandra, pese a que su supuesto progenitor tenía más de 70 años, nadie sospechó.
Esta no es la primera vez que una información relacionada con la hija ilegítima el emérito sale a la luz. La periodista Pilar Eyre lo contó en el año 2017 en una entrevista con Risto Mejide: «Alguien de la aristocracia pasa por ser hijo de un título importante de España y no ha salido porque tiene padres muy conocidos, pero lo sabe todo el mundo de su entorno, su madre y el rey por supuesto», señaló.
También hace tan solo un par de meses, la periodista volvió a incidir en el tema en el programa Tot es mou, de TV3: «Es conocida, tiene la edad de Felipe, es hija de una pareja de la aristocracia y cuando se casó ocupó portadas de revistas», enfatizó.
Los escándalos que rodean al rey emérito
Este es el último escándalo en el que se ha visto involucrado el emérito, pero no es ni mucho menos el primero. El monarca visitó hace tan solo unos días España por segunda vez desde que trasladó su residencia a Abu Dabi en agosto de 2020 en medio de las investigaciones por corrupción que le rodeaban.
Juan Carlos I fue acusado de haber recibido millones de euros en sobornos por un contrato de construcción del tren de alta velocidad AVE a La Meca. En concreto, se habría beneficiado de 100 millones de dólares del Gobierno saudí por facilitar el contrato a una empresa española para iniciar las obras.
También se investigaba una presunta cuenta bancaria con diez millones de euros a nombre de Juan Carlos de Borbón en el paraíso fiscal de la isla de Jersey; y el presunto uso por parte del emérito y otros familiares de tarjetas de crédito opacas. La Fiscalía del Tribunal Supremo acabó archivando las tres diligencias de investigación y le libró de un proceso penal.
La Fiscalía Suiza también investigó, aunque finalmente cerró la causa, la presunta transferencia de más de 65 millones de euros de Juan Carlos a su examante, la empresaria alemana Corinna Larsen. Ambos tienen todavía un juicio pendiente. Larsen acusa al emérito de acoso, difamación y vigilancia ilegal.
Fue precisamente cuando el que fuera monarca fue notificado sobre que estaba siendo investigado por su fortuna oculta en el extranjero cuando regularizó su situación fiscal para sortear la posibilidad de cometer un delito.
Fuente Página 12