El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro, convocó hoy a los jóvenes a construir una «Argentina contra el bullying» y a «cortar con los discursos de odio», luego de haber sido blanco de expresiones «descalificantes» por parte del periodista Gabriel Levinas, quien aseguró que «la sociedad no estaba preparada para tener un candidato a presidente tartamudo».
(Télam) – A raíz de sus manifestaciones, en un programa de TN, Levinas recibió numerosos repudios, incluso de la Asociación Argentina de Tartamudez (AAT), que calificó los dichos como «discriminatorios y peyorativos», y de personas que tienen familiares con problemas de habla.
«Para construir una sociedad inclusiva hay que cortar con los discursos de odio», sostuvo hoy De Pedro desde su cuenta de Twitter tras visitar la ciudad bonaerense de Ensenada, donde al entregar 600 netbooks a estudiantes del último año secundario consultó entre los presentes si alguien más sufría de una disfluencia en el habla.
«Yo tengo una disfluencia en el habla. ¿Hay alguien acá que tenga tartamudez?», preguntó De Pedro, y varias manos se alzaron entre los cientos de jóvenes presentes, como puede verse en el video que él mismo compartió en sus redes sociales.
«Ahí hay uno, dos, una chica por allá», contó distendido De Pedro, y exclamó: «Argentina contra el bullying».
Aseguró que el Gobierno trabajará «para hacer una sociedad mejor, para aceptarnos como somos» y para que haya «líderes positivos que corten con la situación de bullying».
«Vamos a cortar con una sociedad con discursos de odio, acusándonos, para construir una sociedad mejor, una sociedad justa, libre, soberana e inclusive para todos y todas», expresó.
Acompañado por el intendente de Ensenada, Mario Secco, y el Director General de Educación y Cultura bonaerense, Alberto Sileoni, De Pedro ratificó su compromiso con la construcción de «una Argentina más justa e inclusiva».
En línea con lo expuesto por De Pedro, hoy se multiplicaron las muestras de apoyo y de repudio de referentes del FdT a las expresiones que consideraron «descalificantes» y «de odio» vertidas el domingo por el periodista Levinas.
Allí el columnista y conductor de Radio Mitre afirmó que «si vas a poner una persona que es tartamuda como candidato a Presidente, sabés que en la Argentina va a fallar, porque la sociedad no está preparada para eso».
La Asociación Argentina de Tartamudez (AAT) dijo en un comunicado que «una vez más nos encontramos en la necesidad de repudiar comentarios de carácter discriminatorio y peyorativo, frente al desconocimiento absoluto de la temática».
«Este tipo de aseveraciones no hacen más que dañar a las personas que tartamudean», lamentó.
Para la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, «lo que dice Levinas no es solo discriminación», sino también «violencia política para tratar de sacar de la cancha a un adversario».
La funcionaria señaló por Radio 10 que «es lo que intenta la ultraderecha» que pone al adversario «no como alguien con quien hay que discutir política, sino con alguien que directamente no puede existir o ser».
«No es casual que ataquen a los dirigentes de determinados espacios políticos. La sociedad argentina es mucho mejor que Levinas, no hay dudas sobre eso», añadió.
El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, sostuvo que «la expresión de Levinas no es solamente contra la tartamudez, sino contra ‘Wado’ porque es tartamudo».
«No solo es descalificante ante una problemática que puede tener cualquiera sino la imposibilidad de ser elegido por eso», afirmó Rossi hoy en C5N.
Además, el funcionario criticó que el hecho de que se esté asistiendo a «discursos fuertemente descalificantes sostenidos por un odio que discrimina fuertemente» y reflexionó que «acá se mezclan dos cosas: la problemática y la potencialidad que puede tener ‘Wado’ como candidato».
«En democracia se busca diferenciarse a partir de las ideas pero la derecha nunca hace eso. Busca los lugares comunes y las ideas que expresa la derecha son horribles. Claramente hay una combinación de hechos, y un discurso violento y estigmatizante», afirmó Rossi.
El abogado laboralista e integrante del Consejo de la Magistratura Héctor Recalde expresó su «total solidaridad» con De Pedro ante «los agravios que recibiera de una bajeza que descalifica al que lo vocifera», escribió en Twitter.
La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidades, Ayelén Mazzina, consideró «inadmisible la agresión de Levinas».
«Queda claro que, para lo que la sociedad no está preparada, es para seguir soportando el odio y la violencia que emana de algunos sectores», remarcó en sus redes sociales.
La secretaria Legal y Técnica de la presidencia, Vilma Ibarra, manifestó «todo su repudio» a las declaraciones de Levinas al afirmar que «es violencia política y discriminación» y que son «expresiones de odio que nos dañan como personas y como sociedad».
La diputada del Frente de Todos (FdT) Gabriela Estévez expresó en sus redes: «No importa en qué momento del día pongas TN, siempre están descalificando, deshumanizando y estigmatizando. Toda mi solidaridad ‘Wado’. Ladran Sancho…».
También la directora nacional de Migraciones, Florencia Carignano, se expresó en Twitter compartiendo una imagen con el textual de Levinas a lo que sumó: «‘Los dinosaurios van a desaparecer’, dijo Charly allá por los 80… Solo depende de nosotros».
En tanto, desde la oposición el único dirigente que expresó su solidaridad para con De Pedro fue el precandidato a presidente por la UCR en Juntos por el Cambio (JxC) Facundo Manes, quien sostuvo que «el impedimento para ser servidor público es servirse de lo público, pero para nada un problema neurológico».
Por radio La Red, Manes señaló que De Pedro hizo un tratamiento por su tartamudez y que «ha mejorado muchísimo».
«Eso es producto de dos cosas: de su esfuerzo personal, de su resiliencia y también del tratamiento correcto que ha recibido desde hace años. Más allá de las diferencias políticas que yo tengo con ‘Wado’, habla de su resiliencia, de su capacidad de enfrentar una dificultad y tratarse», remarcó.
El dirigente radical también estimó que «parte de la decadencia crónica que estamos sufriendo todos los argentinos, en todas las variables económicas, sociales, educativas, es por el chiquitaje de los temas».
«Hablamos de personas, no de ideas. Hablamos de telenovelas, no de cómo hacer para que este país, potencialmente rico, deje atrás la decadencia y encare el progreso. Parte del problema argentino es no discutir los problemas reales para solucionar el drama argentino», concluyó.