Con dos marchas, una desde el Obelisco a la Casa de Jujuy y otra a Plaza de Mayo, organizaciones sindicales, políticas, sociales y de derechos humanos expresaban esta tarde su repudio en la ciudad de Buenos Aires a la violenta represión ocurrida ayer en la provincia de Jujuy, cuando manifestantes protestaban contra la reforma constitucional aprobada en ese distrito, y pedían la inmediata liberación de los detenidos.
Por su parte, las dos CTA, sectores de la CGT enrolados en la Corriente Federal de los Trabajadores y el Frente Sindical para el Modelo Nacional; la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP); la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y agrupaciones de izquierda se concentraron en el Obelisco y a las 13.45 comenzaron a marchar hacia la Casa de la provincia de Jujuy, ubicada en avenida Santa Fe 967, a metros de la 9 de Julio, en el barrio porteño de Retiro, que amaneció vallado a la espera de los manifestantes.
La marcha toma toda la traza de la avenida 9 de Julio, que se encuentra totalmente cortada al tránsito, incluido el Metrobus.
También se sumaron a esta protesta organizaciones como La Cámpora, Kolina, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), la Federación de Tierra y Viviendas (FTV- Partido Miles), la organización H.I.J.O.S y la Organización política Los Pibes, entre otros.
También la asociación Abuelas de Plaza de Mayo se sumó a la marcha desde el Obelisco a la Casa de Jujuy: «Nos solidarizamos con el pueblo jujeño y exigimos la libertad de todas las personas detenidas», expresaron a través de su cuenta de Twitter.
En tanto, para las 14, está previsto que el consejo directivo de la CGT ofrezca una conferencia de prensa en la sede de la central obrera, en la calle Azopardo.
Frente a la Casa de Jujuy, los manifestantes realizarán un acto para reclamar «el cese de la represión» en la provincia, y «el restablecimiento de la libertad de petición y del accionar de los sindicatos», en referencia a las modificaciones introducidas en la Constitución provincial referidas a la protesta social.
Por otro lado, en la intersección de las avenidas de Mayo con 9 de Julio se concentraba otro sector que se dirige a la Plaza de Mayo.
Alejandro «Coco» Garfagnini, secretario general de la organización Tupac Amaru de Capital Federal, anunció esta convocatoria que busca «pedirle al Gobierno nacional la intervención federal a la provincia de Jujuy».
Por su parte, las centrales sindicales y los sectores de la CGT advirtieron que entre los uniformados de la provincia de Jujuy fueron identificados «elementos vestidos de civil» que participaban del accionar represivo; y además, denunciaron que «la brutal acción de las fuerzas policiales» ya provocó «heridos de gravedad».
Además, las centrales sindicales anunciaron que le transmitirán un pedido al Gobierno nacional para que «tome cartas en el asunto ante la extrema gravedad que representa el caos social generado por el brutal accionar de las fuerzas represivas de Morales en la provincia de Jujuy».
En tanto, uno de los secretarios general de la CGT, Pablo Moyano, confirmó que en la conferencia de prensa en la sede de la central obrera se «anunciarán medidas en repudio la violencia a ciudadanos de Jujuy» y aseguró que en la provincia argentina existe «un régimen de persecución a los trabajadores».
El diputado Juan Carlos Alderete (Frente de Todos-CCC) dijo a Télam que la movilización será «en total solidaridad con el pueblo de Jujuy, que hoy enfrenta las políticas reaccionarias y represivas de Gerardo Morales, plasmadas en la reforma de la constitución provincial, aprobada entre gallos y media noche, con la complicidad del Partido Justicialista de Rivarola».
Por su parte, el dirigente social Luis D’Elía dijo que «Jujuy es hoy el laboratorio de prueba de un nuevo intento de derechización continental en la Argentina», mientras que Nahuel Beibe, de la organización Martín Fierro, afirmó que «la lucha jujeña es una advertencia de que el pueblo no va a dejar pasar el ajuste y el saqueo que Juntos por el Cambio quiere implementar a nivel nacional, pero también es una demostración de que si no hay respuestas de la dirigencia política, la movilización vuelve a desbordar las instituciones como en el 2001».
Finalmente, Ángel ‘Lito’ Borello, secretario de DDHH de la UTEP, consideró que «en medio de un repudio generalizado, ante el accionar represivo del tirano Morales, el pueblo sigue de pie resistiendo a una derecha rancia y déspota, empleados del poder global y del FMI. Los movimientos populares junto a las distintas expresiones del sindicalismo combativo, nos daremos cita nuevamente a las puertas de la casa de Jujuy para plasmar nuestro repudio a Morales».