El impacto de una sonda de la NASA chocó contra un asteroide el año pasado, para una prueba de defensa de la Tierra, envió una «nube de rocas» al espacio, según imágenes del telescopio espacial Hubble publicadas este jueves.
La sonda de la misión DART se estrelló el 26 de septiembre de 2022 contra el asteroide Dimorphos, situado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra en el momento del impacto, como parte de una prueba inédita de «defensa planetaria».
Este ejercicio permitió a la NASA entrenarse para el supuesto de que un asteroide amenace algún día con golpear la Tierra.
La sonda, más pequeña que un automóvil, se estrelló a más de 20.000 kilómetros por hora contra el asteroide Dimorphos.
«El impacto de DART con el asteroide Dimorphos demuestra una técnica de mitigación viable para proteger el planeta de un asteroide o cometa que se dirija a la Tierra, si se descubre uno», dijeron en ese momento autoridades de la NASA.
En octubre, desde la agencia espacial estadounidense confirmaron que el impacto desvió la trayectoria del asteroide, «logró desplazarlo reduciendo su órbita en 32 minutos».
Ahora imágenes del telescopio Hubble muestran que la colisión también liberó en el cosmos 37 rocas de entre 1 y más de 7 metros de diámetro.
Las rocas se están alejando lentamente del asteroide, a alrededor 1 km/h, según un comunicado citado por la agencia AFP.
A esta velocidad, la misión de la Agencia Espacial Europea, Hera –que debe inspeccionar el asteroide en 2026– podrá observar la nube de rocas.
Esta imagen «cuenta por primera vez lo que ocurre cuando golpeas un asteroide y qué sale de él».
La dispersión de rocas indica que DART creó un cráter de unos 50 metros de diámetro en el asteroide.
Los científicos seguirán estudiando la trayectoria de las rocas para comprender «en qué direcciones fueron expulsadas».
Télam